Benedicto XVI dijo que ambos responden al diseño de Dios para el mundo y subrayó que tenemos que tener la "certeza" de que Dios está presente entre los hombres.
Benedicto XVI dijo hoy que el hombre y la mujer "no son fruto de la casualidad", sino que responden al diseño de Dios para el mundo y subrayó que tenemos que tener la "certeza" de que Dios está presente entre los hombres.
Ante varios miles de fieles reunidos en el Aula Pablo VI del Vaticano para la audiencia pública de los miércoles, el papa se refirió al Adviento, el tiempo litúrgico que prepara a la Navidad, y el proyecto de Dios para el hombre, que definió como de "benevolencia, misericordia y amor".
"El Adviento nos invita en medio de tantas dificultades a renovar la certeza de que Dios está presente. Ha entrado en el mundo, haciéndose hombre como nosotros, para llevar a la plenitud su plan de amor", afirmó el papa.
El Pontífice agregó que Dios pide al hombre que sea "signo" de su acción en el mundo, para que resplandezca la luz en la noche.
El Obispo de Roma aseguró que el hombre existe "desde la eternidad" en la mente de Dios, "en un gran proyecto que el Padre ha custodiado en sí mismo y ha revelado en la plenitud de los tiempos".
"Toda la creación y en particular el hombre y la mujer no son fruto de la casualidad, sino que responden a un diseño de benevolencia de la razón eterna de Dios, que con su potencia creadora y redentora de su palabra da origen al mundo", afirmó el Obispo de Roma.
El Pontífice agregó que la vocación del hombre "no es estar simplemente en el mundo, formar parte de una historia o ser solo criaturas de Dios", es -dijo- "algo más grande, es el ser elegidos por Dios antes de la creación del mundo para ser sus hijos".
EFE
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