Tanzania tiene dificultades frente a bandas criminales muy organizadas y que practican métodos cada vez más sofisticados.
La caza furtiva de elefantes alcanzó niveles tan alarmantes en Tanzania que los paquidermos podrían desaparecer del país antes de siete años, advirtió una ONG de defensa de los animales en una conferencia en Dar es Salaam, patrocinado por la ONU.
En Tanzania, "unos 30 elefantes son masacrados cada día (...) y a ese ritmo, la población de elefantes será exterminada de aquí a 2020", afirmó la Sociedad de Protección de elefantes de Tanzania (Teps).
Los cazadores furtivos operan en bandas organizadas, tienen un buen conocimiento del terreno y están dotados de armas automáticas y de instrumentos especializados como lentes de visión nocturna.
Esta ilegal actividad (caza de elefantes y rinocerontes) aumentó en los últimos años en África, debido a la fuerte demanda de marfil y de cuerno en Asia y Oriente Medio.
Según Teps, en 2013, el ecosistema de Selus-Mikumi en Tanzania, donde vivía una de las más grandes poblaciones de elefantes en el mundo, solo albergaba poco más de 13.000 paquidermos frente a unos 70.000 en 2006.
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