"El ayuno de acuerdo a la visión de Dios, consiste en soltar las cadenas injustas", Papa Francisco.
No es exclusividad del cristianismo, el ayuno es una práctica milenaria de muchas religiones, pero su origen es del judaísmo. El arrepentimiento, la penitencia y el deseo de conversión para liberarnos de los pescados ha sido el sentido del ayuno desde tiempos antiguos.
Moisés desde el Monte Sinaí, Jesús ante el Padre, Mahoma en cada viaje o Santa Catalina de Siena, todos practicaron el ayuno a modo de contrición y penitencia para despojarse de los pecados.
Cuando nos despojamos de las cosas materiales y secundarias de la vida, podemos ver con claridad qué es lo esencial, abrimos más los ojos para dar sentido al ayuno espiritual.
Miércoles de Ceniza y Viernes Santo, son los días que los católicos deben hacer el ayuno. El ayuno no se trata de no comer nada, sino de ingerir un plato fuerte al día. Están obligados a hacerlo todos los mayores de edad y menores de 60 años.
No solo es el ayuno, también se debe hacer abstinencia en Viernes Santo. Se trata de abstenerse estrictamente de comer carnes. Todos los católicos de 14 años están llamados a vivir esta abstinencia.
El Papa Francisco nos recuerda que no se trata de dejar de comer los alimentos en el ayuno de Semana Santa. El Santo Padre nos señala que “El ayuno de acuerdo a la visión de Dios, consiste en soltar las cadenas injustas” “Compartir tu pan con el hambriento y albergar los pobres sin techo”.
Acompáñanos en este Viernes Santo a reflexionar sobre el ayuno y si este tiene sentido en nuestros tiempos.
Invitado: Padre Juan José Paniagua del Sodalicio de Vida Cristiana de la iglesia Nuestra Señora de la Reconciliación
Conducción: licenciada Sara Abu Sabbah y doctor Elmer Huerta
Producción: Betty Elías C.
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