Varios miles de estudiantes marcharon por las calles de Santiago para protestar contra la reforma educativa que promueve el Gobierno de Michelle Bachelet, por considerarla insuficiente y poco representativa.
Varios miles de estudiantes chilenos marcharon este martes por las calles de Santiago para protestar contra la reforma educativa que promueve el Gobierno de la socialista Michelle Bachelet, por considerarla insuficiente y poco representativa.
El Intendente de la región metropolitana de Santiago, Claudio Orrego, dijo a los periodistas que al final de la marcha se registraron incidentes que dejaron 90 detenidos y seis carabineros heridos.
Orrego calificó como un hecho grave la actuación de un hombre identificado como Edgardo Torres Rojas -que en principio los estudiantes denunciaron como un policía infiltrado- que sacó un arma de fogueo en medio de la marcha estudiantil.
La autoridad precisó que esa persona fue reservista de la Fuerza Aérea, y que todos los antecedentes de lo ocurrido fueron puestos a disposición del Ministerio Público, que no descartando una querella en su contra.
Por segunda vez en dos meses, los dirigentes de los alumnos universitarios y secundarios, a los que esta vez se sumaron los profesores, decidieron movilizarse en pos de una educación pública y gratuita en todos sus niveles, lo que, a su juicio, debe consagrarse como un derecho constitucional.
La presidenta de la Federación de Estudiantes de Chile (Fech), Melissa Sepúlveda, aseguró que el movimiento estudiantil no aceptará un "maquillaje al modelo educacional".
Esta vez "los estudiantes no vamos a cometer los mismo errores, no estamos dispuestos a sentarnos sin ninguna garantía para tratar de validar a una reforma educacional que ya está en curso", agregó.
El Gobierno de Bachelet ha enviado ya al Congreso los primeros proyectos de ley orientados a reformar la educación chilena, que se centran en el fin del copago por parte de los padres en establecimientos que perciben subvención estatal, así como en la eliminación del lucro y de los procesos de selección en todos los colegios.
Sin embargo, los estudiantes no están conformes con estas iniciativas, entre otras razones, porque creen que se han diseñado a sus espaldas y no rompen drásticamente con el modelo vigente, contra el que se alzaron durante el anterior Gobierno, encabezado por Sebastián Piñera, con marchas y manifestaciones.
"Quieren hacer una reforma en 100 días sin escuchar a nadie", recalcó Naschla Aburman, presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica (Feuc).
"Mientras no se elimine el mercado de la educación no va a haber cambios reales", acotó Lorenza Soto, portavoz de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Aces).
Bachelet ha recogido en parte el reclamo de los estudiantes y ha asegurado que los próximos proyectos de ley que se envíen al Congreso considerarán los cambios que éstos piden.
"Entendemos que hay impaciencia, pero los proyectos que tienen que ver con las reformas universitarias vienen después de los primeros cien días de Gobierno", ha dicho Bachelet, quien asumió su segundo mandato el pasado 11 de marzo.
Pero los estudiantes y los maestros, que convocaron a un paro nacional para el próximo 25 de junio, no tienen ganas de esperar y parecen decididos a empujar cambios mucho más drásticos que los que promueve el Gobierno.
Aunque los dirigentes que convocaron a la movilización de este martes dijeron que habían participado unas 40.000 personas, a simple vista la cifra era bastante inferior y la movilización resultó mucho menos masiva que otras realizadas por los estudiantes desde 2011.
La policía uniformada estimó en 15.000 los asistentes.
Algunos individuos encapuchados y menores de edad rompieron las puertas de un local comercial mientras otros intentaron levantar algunas barricadas cerca del lugar donde concluía el recorrido de la manifestación, pero fueron rápidamente dispersados por la Policía, que empleó gases lacrimógenos y chorros de agua.
Paralelamente a la marcha de Santiago, hubo movilizaciones estudiantiles en otras ciudades chilenas como Valparaíso, Concepción, Temuco, Valdivia, Copiapó y Arica.
EFE
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