Ambas confrontarán hoy lunes, a las 8 p.m. al sicario colombiano Alejandro Trujillo Ospina en la reconstrucción de los hechos ocurridos en la casa de la empresaria Myriam Fefer.
Eva Bracamonte y Liliana Castro Mannarelli se confrontarán hoy a las 8:00 horas de la noche con el sicario colombiano Alejandro Trujillo Ospina en la reconstrucción de los hechos ocurridos en la casa de la empresaria Myriam Fefer, en San Isidro, el pasado 15 de agosto de 2006.
El delincuente apodado ‘Payaso’ negó conocer a las principales implicadas del hecho y rechazó haber recibido dinero para asesinar a la empresaria Myriam Fefer, por eso las detenidas consideran que no deberían estar en la cárcel.
En las declaraciones a la policía por parte de Ospina, existe una serie de contradicciones. Según un reportaje de Panorama, el presunto sicario colombiano dijo que ingresó "a un parquecito ubicado en el jardín porque me pareció el más adecuado en el momento de ingresar”.
Ospina, escogió una casa al azar para robar. La policía que investigó el caso concluyó que no había rastros de ningún tipo de forcejeo en las puertas. Alguien le habría abierto al asesino.
El presunto criminal contó que usó una cuerda de buzo para atar a la empresaria pero que no la quería matar y que tampoco la golpeó en el rostro. Sin embargo, las conclusiones de la policía dan cuenta que a Fefer la ataron con un cable de computadora.
Según un documento al que tuvo acceso el dominical, el delincuente estaba deseoso de hablar desde agosto de 2010 y se le tomó la declaración cinco meses después de que éste enviara una carta en ese momento al juez del caso.
Su intención era la culminación anticipada del proceso que le garantizaría entre 8 y 25 años de cárcel.
Por su parte, el hijo de Myriam Fefer, Ariel Bracamonte, señaló que esa declaración es "parte de una transacción comercial, para facilitarle las cosas a las procesadas".
A su turno su hermana Eva, dijo que con la poca información que tiene del procesado, no puede creerle.
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