Mediante un documento legal, la Asociación de Familiares de Desaparecidos y Víctimas de Genocidio (Afadevig) explicó por qué, a su juicio, el polémico mausoleo no debe desaparecer.
Los familiares de los senderistas que fueron enterrados en un mausoleo construido en un cementerio de Comas, manifestaron a la Fiscalía de Perú que se oponen a su eventual demolición, según un documento presentado por su representante legal.
El documento, firmado por el presidente de la Asociación de Familiares de Desaparecidos y Víctimas de Genocidio (Afadevig) Miguel Ángel Canales y difundida a los medios por Alfredo Crespo (abogado de Abimael Guzmán), explica que los familiares de los exsenderistas "formulan oposición" al anuncio que ha hecho el alcalde de Comas, Miguel Saldaña, de que demolerá la construcción una vez que se retiren los restos enterrados en ella. El escrito asegura que esos restos "constituyen el cuerpo del delito" en el juicio que iniciará el 7 de octubre la Sala Penal Nacional sobre el "caso El Frontón", la isla penal frente al puerto del Callao donde murieron más de 100 presos por terrorismo durante un motín producido en 1986.
"Los restos tienen condición de inamovibles en tanto no lo disponga la autoridad judicial. Solicitamos a usted que, en cumplimiento de nuestro derecho a la defensa, previsto en la Constitución, cualquier disposición fiscal referida a los restos humanos de nuestros seres queridos nos sea debidamente notificada antes de su ejecución, a fin de hacer valer los recursos que nos franquea la ley", dice el texto.
El video de la discordia. El viernes pasado, el diario Correo difundió un video grabado por la Policía Nacional el 19 de julio, en el cual una decena de personas participaron del entierro de Carlos Aponte Silva, uno de los senderitos muertos durante el motín en el penal El Frontón en 1986. El mismo medio informó que el 7 de agosto se realizó una ceremonia similar en el mismo lugar y se enterraron otros siete cuerpos, que días antes habían sido entregados por el Ministerio Público a sus familiares luego de 30 años. Ambos eventos fueron organizados por la Afadevig.
Fecha de sangre. Tras el amotinamiento de presos en el penal El Frontón en junio de 1986, un grupo de militares entró para recuperar el control de las instalaciones. El operativo terminó con la muerte de 118 presos, según el informe de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación. Muchos de ellos estaban acusados por actos terroristas y de ser miembros de Sendero Luminoso,
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