Feministas expresan su "rechazo" por visita del Papa a Barcelona

Un centenar de militantes feministas manifestaron este domingo en Barcelona (noreste de España) su "rechazo" e "indignación" por la visita del papa Benedicto XVI a la ciudad.

"Manifestamos nuestro rechazo y nuestra indignación por la llegada del señor Ratzinger a nuestro país y a nuestra ciudad", condenaron en un manifiesto leído ante un centenar de personas este domingo en la céntrica plaza de la Universidad.

"No lo esperamos ni le damos ninguna bienvenida", "su presencia es violenta", leyó un miembro del colectivo feminista catalán.

Feministas y miembros de colectivos de gays católicos, asociaciones laicas y grupos anticlericales protestaron con lemas en carteles y pancartas y profiriendo gritos y cánticos contra la "estructura machista y patriarcal" de la iglesia Católica.

El Papa, "como representante de la iglesia Católica, se auto otorgó la facultad de decidir sobre nuestro cuerpo", dijo a AFP Montse Pineda, de 59 años, una de las responsables de comunicación, delante de una gran pancarta que domina la plaza en la que podía leerse: "Las mujeres no te esperamos, fuera los
rosarios de nuestros ovarios".

Un grupo de feministas se expresó con cánticos tales como "se va a quemar, se va a quemar, la conferencia episcopal ...por machista y patriarcal", o "niños, huid que el Papa ya está aquí".

Un cartelón del sindicato anarquista CNT proclamaba: "La única iglesia que ilumina es la que quema".

Las feministas también denunciaron la "hipocresía (de la jerarquía católica, ndr) cuando se manifiesta a favor de la vida y en cambio rechaza las investigaciones científicas relacionadas con el trato de diversas
enfermedades", y que "no se manifestaron jamás abiertamente en contra de la aplicación de la pena de muerte".

"Denunciamos su hipocresía cuando mantiene en la impunidad a los miembros de su comunidad eclesiástica que cometió delitos de violación y abusos sexuales, sobre todo en el caso de los menores", afirmó el manifiesto, en el que "exigieron" un Estado laico.

AFP