Fernández compara Óscar a El secreto de sus ojos con un Mundial de fútbol

La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, comparó hoy con un Mundial de Fútbol el Óscar a la Mejor Película Extranjera ganado recientemente por el filme de su país "El secreto de sus ojos".  

"Fue como un Mundial, porque ha sido una alegría compartida por todos los argentinos", destacó Fernández al recibir en la sede del Gobierno al director Juan José Campanella, al elenco de artistas y al equipo técnico que participaron en la cinta premiada por la Academia de Hollywood.  

"No es casualidad que las dos películas argentinas que obtuvieron el Óscar hayan sido "La historia oficial" y ésta. Cuando nos contamos a nosotros mismos somos capaces de hacer verdaderas obras de arte", apuntó.  

Fernández, que una vez más se reconoció como "cinéfila", consideró que esta película fue "magistralmente dirigida y magistralmente actuada", y calificó de "maravillosos" a todos sus actores, que a su juicio "han dado un verdadero salto cualitativo".  

"Cuando vi la película empecé acostada y terminé sentada, porque es impresionante. La vi dos veces y la veré otra más", señaló.

"Es un orgullo poder hacer un homenaje a quienes la han hecho posible", añadió.   Basada en un libro de Eduardo Sacheri, "El secreto de sus ojos", protagonizada por Ricardo Darín, Soledad Villamil y Guillermo Francella, narra la resolución de un crimen que, tras 25 años de investigación judicial, todavía no ha sido aclarado.  

A través de la reapertura del caso también se hurgan las heridas de quienes llevaron a cabo la pesquisa.  

"El secreto de sus ojos" es el sexto título argentino que se abre camino hasta las nominaciones de los Óscar en la categoría de Mejor Película Extranjera, un galardón que hasta el pasado 7 de marzo sólo había conseguido para Argentina "La historia oficial" (1985) en 1986. 

 El resto de cintas del país suramericano candidatas fueron "La tregua" (1974), "Camila" (1984), "Tango" (1998) y "El hijo de la novia" (2001), esta última dirigida también por Campanella.  

EFE