El pontífice se detuvo de nuevo durante el recorrido habitual por la plaza de San Pedro para, en esta ocasión, tomar durante unos segundos al loro, llamado "Amor".
El papa Francisco sostuvo en una mano un loro que le ofreció un representante de una compañía de espectáculos italiana, durante el recorrido habitual por la plaza de San Pedro que el pontífice hace antes de su audiencia de los miércoles.
El pontífice se detuvo de nuevo durante el paseo para, en esta ocasión, tomar durante unos segundos al loro, llamado "Amor", que una compañía de espectáculos llevó a la audiencia general.
El papa argentino se detiene a menudo ante los fieles que abarrotan la plaza de San Pedro para responder a las muestras de afecto que recibe y bendecir a los niños que le son acercados en volandas.
Bergoglio recientemente sorprendió a los fieles de la parroquia romana de San Alfonso cuando se colocó en el cuello un pequeño cordero que formaba parte de un pesebre viviente.
El domingo pasado, después del rezo del Ángelus, un niño y una niña liberaron dos palomas desde una ventana del Palacio Apostólico minutos después de que Francisco pronunciara unas palabras en alusión al conflicto que atraviesa Ucrania.
Las palomas, símbolos de la paz, fueron atacadas por una gaviota y un cuervo.
EFE
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