Holanda vive así una jornada de duelo nacional, lo que no se convocaba en el país desde 1962, cuando murió la reina Guillermina, abuela del actual rey Guillermo-Alejandro.
Holanda recibió con honores militares y en una jornada de duelo nacional los primeros féretros con las víctimas del vuelo MH17 de Malaysian Airlines, presuntamente derribado con 298 personas a bordo hace seis días en pleno vuelo sobre Ucrania oriental.
A la base aérea de Eindhoven, en el sur del país, y procedentes de la ciudad ucrania de Járkov llegó primero un Boeing australiano, con 24 féretros a bordo, y pocos minutos después lo hizo una aeronave militar neerlandesa, que ha transportado otros 50 cuerpos de los casi 300 fallecidos en la tragedia, según las imágenes retransmitidas en directo por la cadena pública holandesa, NOS.
Los reyes Guillermo-Alejandro y Máxima de los Países Bajos, junto con el primer ministro, Mark Rutte, y el resto del Gobierno, de luto riguroso, así como la ministra de Asuntos Exteriores de Australia, Julie Bishop, y otras personalidades recibieron los féretros, a pie de pista y se guardó un minuto de silencio.
En el exterior del recinto militar y en alguno de los puentes sobre la autopista que llega a la base se congregaron numerosos ciudadanos para rendir homenaje a las víctimas, pese a que las autoridades habían pedido por la mañana que se evitara hacerlo.
En la base de Eindhoven ondean a media asta las banderas de las nacionalidades de todas las víctimas fallecidas en el siniestro del avión malasio, que se estrelló en el este de Ucrania, al parecer tras haber sido alcanzado por un misil presuntamente lanzado por separatistas prorrusos.
Las aeronaves fueron recibidas por un destacamento militar y varias unidades escoltaron los aviones a ambos lados, haciendo el saludo militar, mientras descargaban los féretros.
Holanda vive así una jornada de duelo nacional, lo que no se convocaba en el país desde 1962, cuando murió la reina Guillermina, abuela del actual rey Guillermo-Alejandro, y cuando en Harmelen se produjo un trágico accidente ferroviario que causó 93 muertos y 52 heridos.
Las banderas de todos los edificios públicos holandeses, las del gobierno central, así como regionales y locales y de otros lugares privados, ondean igualmente a media asta en señal de duelo nacional.
En La Haya, se unieron a los homenajes ciudadanos congregados en el Waalsdorpervlakte, lugar de recuerdo a los caídos en la Segunda Guerra Mundial, además de que la Asociación Holandesa de Molinos de Viento y el Gremio de Molineros Voluntarios acordaron que los molinos históricos, símbolo del país, lucieran de luto.
Por otra parte, lugares de ocio como los parques de atracciones, los cines o los teatros detuvieron sus actividades y guardaron un minuto de silencio a las 14.00 GMT para mostrar su respeto a los restos de las víctimas que acababan de llegar a Eindhoven.
Muchas iglesias en todo el país abrieron sus puertas esta tarde para conmemorar a las víctimas, mientras que la programación en las diferentes cadenas de televisión y de radio neerlandesas se modificó con, por ejemplo, la supresión de anuncios y la emisión de música "apropiada" para el día de duelo nacional.
En la valla que rodea la base aérea de Eindhoven, ciudadanos colocaron flores en señal de respeto a las víctimas, cuyos féretros se van a trasladar por carretera en un convoy escoltado hasta la base militar de Hilversum, en el norte del país.
En Hilversum comenzará el proceso de identificación forense de las víctimas, que según avanzó Rutte podría llevar varios meses hasta ser completado.
EFE
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