La cápsula tiene capacidad para transportar a cuatro astronautas, uno más que las naves del programa Apolo y, aunque se asemeja por su forma, es un 30 por ciento mayor que su predecesora.
La cápsula Orion, diseñada para realizar viajes tripulados más lejos de la órbita terrestre baja y llegar en el futuro a destinos como Marte, está preparada para realizar este jueves, su primer vuelo de prueba al espacio.
Orion partirá a las 07.05 (12.05 GMT) en este primer vuelo no tripulado a bordo de un cohete Delta IV, de la compañía United Launch Alliance (ULA), desde la plataforma 37 del complejo de lanzamiento espacial de la base de Cabo Cañaveral (Florida).
La cápsula dará dos vueltas a la Tierra a una distancia de 5.793 kilómetros del planeta, unas 15 veces más lejos que la distancia a la Estación Espacial Internacional (EEI), en un recorrido que durará unas cuatro horas, indicó la NASA.
Los meteorólogos de la agencia espacial estadounidense han indicado que la situación climática es favorable en un 70 por ciento, pues se esperan condiciones más secas y la probabilidad de lluvias ha disminuido durante la 2 horas y 39 minutos de ventana de oportunidad para el lanzamiento.
Después de completar las dos órbitas a la Tierra y recorrer más de 96.500 kilómetros, la cápsula volverá a entrar en la atmósfera terrestre a una velocidad de 32.000 kilómetros por hora y una temperatura de 2.200 ºC, antes de amerizar en el Océano Pacífico, en la costa de Baja California, donde será recuperada para su estudio.
La NASA tomará fotos "in situ" de la cápsula, que será trasladada a las instalaciones de la agencia espacial para analizar el desempeño de sus equipos y de su escudo térmico en su reingreso a la Tierra.
La nave Orion, construida por la compañía Lockheed Martin, ha sido concebida como el nuevo vehículo de exploración espacial que llevará a los astronautas a nuevos destinos y más lejanos de lo explorado hasta ahora, como un asteroide o el planeta Marte.
El vuelo servirá para demostrar las capacidades de la nave en las funciones de entrada, descenso y aterrizaje, y recoger datos del rendimiento del escudo térmico, la dirección y la navegación, que pueden influir en el diseño final del vehículo.
Será la primera misión de una nave diseñada para ser tripulada por humanos en viajar al espacio profundo desde el programa Apolo, que, entre 1969 y 1972, realizó numerosos viajes a la Luna.
Precisamente, la cápsula fue diseñada inicialmente dentro del programa "Constellation", con el que la NASA esperaba poner nuevamente al hombre en la Luna en 2020, pero el presidente de EEUU, Barack Obama, canceló el proyecto en 2010 por su alto costo.
La cápsula tiene capacidad para transportar a cuatro astronautas, uno más que las naves del programa Apolo y, aunque se asemeja por su forma, es un 30 por ciento mayor que su predecesora.
Equipada con tecnología punta, se espera que pueda realizar vuelos de carga y tripulados, aunque la primera prueba con humanos no está prevista hasta 2021.
Con esta nave, la NASA tendrá de nuevo un vehículo propio para enviar al espacio a sus astronautas, ya que, desde que retiró en 2011 su flota de transbordadores, depende de las naves rusas Soyuz para hacer los relevos en la Estación Espacial Internacional.
Aunque en principio su misión no será hacer viajes a la EEI, la agencia estadounidense podrá volver a mostrarse a la cabeza de la exploración espacial.
EFE
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