Miles de limeños saludaron al Sumo Pontífice durante todo el recorrido de la comitiva papal hasta sede de la Nunciatura en Jesús María.
El papa Francisco llegó este jueves a Perú en una visita oficial y apostólica de tres días, que le deparó un recibimiento apoteósico de feligreses que le dieron la bienvenida por las calles que recorrió hacia la Nunciatura Apostólica de Lima, donde descansará antes de viajar el viernes a la región selvática de Madre de Dios .
Los católicos de Lima se volcaron en masa para recibir al pontífice, que llegó al aeropuerto internacional a las 16.32 hora local, procedente de la ciudad de Iquique, en Chile, país que visitó en la primera parte de su sexta gira pontificia por Latinoamericana.
Recibimiento multitudinario
El papa recibió la bienvenida a pie del avión del presidente de Perú, Pedro Pablo Kucyznski, y, tras un acto protocolario con autoridades, partió hacia a la residencia de la Nunciatura Apostólica, en el distrito limeño de Jesús María.
La comitiva papal fue aclamada luego por una multitud que ocupó a lo largo de kilómetros todas las avenidas y calles que recorrió desde el aeropuerto, en la provincia limeña del Callao, hasta la avenida Brasil, en el distrito costero de Magdalena del Mar.
En ese lugar, Francisco dejó el vehículo oficial, saludó a autoridades como el alcalde de Lima, Luis Castañeda, y abordó por primera vez el papamóvil, en el que estuvo acompañado por el cardenal peruano, Juan Luis Cipriani.
A lo largo de varios kilómetros, decenas de miles de personas con globos amarillos y blancos, banderas y pancartas, aclamaron al pontífice, mientras eran contenidas por agentes de la Policía Nacional desplegados para evitar que se produzca algún incidente.
La bendición en la Nunciatura
El papa fue esperado en la sede de la Nunciatura por miles de personas, en su mayoría jóvenes que forman parte de la llamada "Guardia Papal", conformada para orar, cantar y vigilar su seguridad mientras permanezca en la ciudad.
Al llegar al lugar, y ver a la multitud que lo esperaba, Francisco decidió que el papamóvil hiciera un breve recorrido para bendecir a los feligreses. "Esta es la juventud del papa", coreaban los jóvenes ante el paso de Francisco, quien saludó a algunos de ellos, siempre vigilado muy de cerca por su guardia personal y agentes de la Seguridad del Estado.
Antes de ingresar a la Nunciatura, Francisco rompió el protocolo para saludar a grupos de religiosas y pidió un micrófono para agradecer a la multitud por haber llegado hasta el lugar. "Gracias de corazón", indicó antes de impartir la bendición y rezar un Ave María. "Recen por mí, no se olviden", pidió a los feligreses, que permanecen en gran cantidad a las afueras de la representación del Vaticano. (EFE)
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