La formación de la conciencia moral es tarea de toda reforma educativa

El Cardenal Cipriani mencionó que los padres son educadores no solo de enseñar a comer y a caminar a sus hijos, sino de enseñarles que hay un bien y hay un mal, y que deben decir siempre la verdad.

“Padres de familia, no solo hay que enseñarles computación, inglés o motivación, hay que enseñarles esa dimensión moral desde pequeños, que es el mejor momento y situación, en la que los niños abren el alma a sus padres. Eso requiere familia, requiere responsabilidad de los padres y requiere todo un esfuerzo para que desde pequeños aprendan a buscar el bien y la verdad”, reflexionó.

Del mismo modo, señaló que es tarea urgente de padres, maestros y autoridades de ser educadores de una conciencia moral, y no intentar cambiar la estructura de las personas, de su manera de pensar y de ser.

“Por eso tengo que decir que no me parece bien que una autoridad como la alcaldesa pretenda educarnos en que da igual cualquier expresión entre dos hombres o entre dos mujeres en cualquier lugar del país y en cualquier lugar de la calle. Yo creo que no nos está educando la conciencia. Y no es cuestión de tiempos ni de tabúes, son normas que están incluidas en lo que se llama la naturaleza humana, el modo de ser de los hombres y las mujeres”, afirmó.

“Papás, maestros, más responsabilidad. Yo, como pastor de la Iglesia, tengo y asumo una responsabilidad. Yo creo que el alcalde, el presidente de la República y los ministros, todos tenemos en este cuerpo que es la sociedad un lugar y debemos procurar cumplirlo del mejor modo posible”, prosiguió.

En otro momento, recordó que Cristo desde la cruz es quien nos da el aire para respirar esos valores y sembrar diálogos de fe que alimenten a la familia y a la sociedad.

“Es Él, cuando en la cruz está muriendo, quien nos está dando ese aire que nos da la vitalidad para luchar contra el mal y por el bien. Es decir, que este diálogo de fe te invita a una formación de la conciencia mirando a la cruz, mirando a Cristo, contemplando la realidad de ese Dios hecho hombre que vive alimentándote con la Eucaristía”, expresó.

Cruz de Motupe, alma del pueblo peruano

El Arzobispo de Lima también se pronunció sobre lo sucedido con la Cruz de Motupe y condenó el hecho como un golpe para la fe del pueblo de Motupe y del Perú entero, un robo al tesoro que forma parte del alma de las personas.

“Desde aquí mi acompañamiento a toda ese pueblo de Motupe porque ha sido un golpe a la familia, a la fe y a lo más sagrado que uno puede tener. Yo creo que ha sido buscando el dinero, pero ha sido un daño mucho mayor”, expresó.

“Creo que son tiempos en que tenemos que reflexionar un poco para defender esa huella de nuestra fe que no es una imposición, no es algo extraño, es una bendición que Dios ha querido dar al Perú. Nos hemos sentido bien golpeados porque han tocado la fibra de nuestro pueblo”, concluyó.