Dejando atrás prejuicios, peruanas optan por esta intervención quirúrgica estética no sólo por salud sino para vivir plenamente su vida sexual
El Perú vive una época de total reivindicación a la mujer, en diversos campos, desde el deporte hasta la vida empresarial y política. Parte de estos cambios de mentalidad e igualdad de género implica que las peruanas apuestan cada vez más por procesos médicos en busca de mejorar no sólo su salud sino, en este caso, su vida sexual y la de su pareja. Por ello, el rejuvenecimiento vaginal se ha convertido en un proceso cada vez más solicitado, rompiendo tabúes y también ciertos mitos, como que se trata de una intervención muy compleja, riesgosa o de costos inalcanzables.
Al igual que en Estados Unidos y en algunos países de Europa, en Perú se pone de moda la cirugía de "rejuvenecimiento vaginal", ya que muchas mujeres ven en ella la posibilidad de mejorar la calidad de sus relaciones sexuales. ¿En que consiste esta cirugía? Básicamente en un estrechamiento de la vagina, que permite mayor fricción al tener relaciones, aumentando la sensación de placer para ambas partes. También pueden remodelarse los labios vulvares (recortarlos), si fuera necesario.
"Es una operación reconstructiva que debe ser hecha por los ginecólogos, pues cuentan con experiencia con la anatomía de la zona. En ese tipo de operaciones se trabaja a milímetros del recto, siendo posible provocar lesiones como perforaciones o fístulas, si no se actúa con debido cuidado", aclara el doctor Enrique Flint Blanck.
Hay muchas mujeres a las cuales esta cirugía cosmética ginecológica otorga gran beneficio. Por ejemplo, pacientes con labios vulvares asimétricos o prominentes (que abulten el bikini). "En estos casos el procedimiento es sencillo, con anestesia local. El resultado es espectacular. Y hay muchas mujeres que luego de dar a luz presentan rotura en los tejidos que sostienen la vagina, haciendo que esta se dilate demasiado y se dé el prolapso, que es una caída de los órganos pélvicos (útero, vejiga y recto) y que puede producir problemas ya no solo estéticos si no de salud, como escape de orina al toser, estreñimiento crónico, entre otros, que afectan la calidad de vida", agrega el doctor Flint.
Dar a luz varias veces es el factor de riesgo más importante para un prolapso, pero no el único. Puede haber tenido un solo parto pero difícil y con un bebe muy grande. Y hay otros factores, como el genético, el ser estreñida, tosedora crónica, etc. No es solo que la mujer "se sienta de 18" al tener relaciones, que tampoco es criticable, sino que cada uno de los órganos pélvicos estén en su sitio y cumpla correctamente su función.
Y entre ellas, la más comúnmente afectada es la urinaria. Son muchísimas las mujeres que tienen 'incontinencia urinaria de esfuerzo', que pierden orina al toser, estornudar o reírse a carcajadas. La pérdida de orina es variable, desde pocas gotas hasta un buen chorro. "Esto disminuye su calidad de vida, poco a poco van limitando sus actividades entre gente por temor a que se den cuenta, o deben usar primero protectores y a la larga pañales. Este problema afecta, en diversas proporciones, a una de cada 9 mujeres mayores de 45 años y puede llegar a una de cada 5 en la tercera edad. Pero la mayoría no habla de ello, les da vergüenza. Por eso, es deber del ginecólogo no esperar que ella le cuente, si no preguntar", agrega el especialista médico.
TRATAMIENTO AMBULATORIO Y COSTOS
Otro de los impulsos para el aumento de esta cirugía es que las peruanas van dejando atrás prejuicios y se informan. Así, se enteran que esta intervención implica solamente tratamiento ambulatorio, sin hospitalización, por no ser un proceso complejo. Toda intervención debe ser hecha con los cuidados del caso. "A veces se deben corregir otros problemas (por ejemplo prolapsos, incontinencia de orina, etc.) y estas pacientes pueden requerir un par de días de clínica", agrega. Es decir, en general, si la paciente se opera un viernes, el lunes puede estar trabajando y haciendo una vida relativamente normal.
Lógicamente, implica ciertas normas momentáneas, mientras el proceso culmina, como no relaciones sexuales y algunos tipos de ejercicios por unas semanas. Salvo esas cosas puntuales, es resto de sus actividades se reasumen rápidamente.
Los costos varían en función de la clínica y de si se hace con láser o con bisturí normal. Con bisturí también se puede hacer la operación, aunque sangra y demora un poco más. El uso del láser implica por si solo un costo de 750 dólares, a los que hay que sumar costos de clínica, sala de operaciones, medicinas, suturas, entre otros. En general, se puede decir que varía desde 1200 hasta 3000 dólares, en función de si se usa láser o no, y de la clínica que se escoja.
NUEVAS TÉCNICAS EN EL PERÚ
El doctor Flint señaló que hace poco tiempo se realiza esta intervención con las nuevas técnicas y aparatos en el país. "Antiguamente se hacía la colpoplastia posterior, en que se anudaban los músculos elevadores del ano para estrechar la vagina. Pero esto generaba, muchas veces, dolor en la paciente. Sobre todo al tener relaciones sexuales. Ahora es diferente. Y ciertamente las peruanas han cambiado de mentalidad. Saben que en las parejas donde hay vida sexual sana y feliz, el estrechar una vagina anormalmente dilatada va a permitir más contacto y por consiguiente más placer para ambos", señala, aunque acotando que no se trata de una técnica "para arreglar matrimonios" sino para mejorar la vida sexual y solucionar problemas de autoestima o salud.
En general, una vagina rejuvenecida no sólo eleva la autoestima de cualquier mujer sino que será factor importante para mayor goce sexual, no sólo de ella sino del hombre, pues a mayor estrechez mayor fricción y sensación. En un Perú, cada vez más lejos de prejuicios del siglo pasado, la elección del rejuvenecimiento vaginal reafirma que las mujeres toman más decisiones en sus vidas, en las de su hogar y en las del país en general.
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