Para iniciar un proceso se necesitan pruebas y, en la mayoría de los casos, todo queda en palabra contra palabra, estimó el abogado Roberto Miranda.
Si bien es destacable que el Consejo de Ministros haya aprobado una ley que modifica el Código Penal para sancionar el acoso sexual callejero, su aplicación es complicada, alertó el abogado especialista en derecho penal Roberto Miranda.
En diálogo con RPP Noticias, el especialista dijo que el tema es muy subjetivo, ya que la supuesta agraviada puede hacer una denuncia basada en lo que ella considera un acoso, tema que deberá ser revisado por el juzgador en base a las pruebas que se presenten.
(¿CÓMO REACCIONAR ANTE EL ACOSO CALLEJERO?)
Y ahí precisamente radica el problema, ya que, según Miranda, este tipo de acoso callejero se hace de manera discreta, lo que hace complicado que alguien pueda registrarlo o escucharlo. “No hay testigos y queda palabra contra palabra”, comentó.
Por ello, consideró que la propuesta que se va a enviar al Congreso deberá ser materia de discusión y hasta estimó la necesidad de redactarse un proyecto sustitutorio “que pueda ser mucho más específico con respeto a determinadas conductas que sí puedan ser consideradas delictivas”.
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