Las dimensiones de la proeza y el aparente buen estado de salud del sobreviviente, ha generado interrogantes sobre los detalles de esta historia no exenta de algunos flancos misteriosos.
A todo el mundo ha sorprendido la historia del pescador salvadoreño que asegura haber estado a la deriva por 13 meses en las aguas del océano pacifico alimentándose con peces y aves que capturó con sus propias manos y bebiendo sangre de tortugas.
El último jueves, José Salvador Alvarenga, fue rescatado en el atolón de Ebon, en las Islas Marshall en la región de la Micronesia, a más de 10 mil kilómetros de las costas del sureste mexicano, de donde dice haber zarpado con el objetivo de cazar tiburones en compañía de un pescador adolescente.
Sin embargo, las dimensiones de la proeza y el aparente buen estado de salud del sobreviviente, ha generado interrogantes sobre los detalles de esta historia no exenta de algunos flancos misteriosos.
LA PARTIDA
El embajador mexicano en Filipinas y las Islas Marshall, Julio Camarena, es una de las personas que ha tenido mayor contacto con Alvarenga. Para el diplomático, el relató del centroamericano es coherente.
"Le pregunté de dónde había zarpado y me dijo que de Tonalá, Chiapas (en el sureste de México) (...) después seguí interrogándolo. Le pregunté de qué puerto había salido. "De Costa Azul", me dijo, y cuál era la ciudad más cercana: "Tapachula". Todos los datos que nos daba eran correctos", le dijo a la BBC Mundo.
Indicó que Costa Azul es un pueblo cercano a la frontera con Guatemala y cuyos pobladores suelen pescar tiburón martillo y pez vela. Sostuvo que este dato coincide con lo afirmado por el pescador, quien además indicó que trabajaba para la compañía Camaronera de la Paz. "Todo tenía coherencia", apuntó Camarena.
BARCO A LA DERIVA
El primer cuestionamiento. ¿Es posible sobrevivir tanto tiempo a la deriva en la inmensidad del Pacifico?
Como ya se ha informado, no es la primera vez que aparece un náufrago en esa región de la Micronesia. En 2006, tres pescadores mexicanos fueron rescatados por un barco pesquero taiwanés cerca de las Islas Marshall y afirmaron haber pasado nueve meses a la deriva.
Asimismo, tampoco es la primera vez que desaparecen pescadores en la zona pesquera desde la que José Salvador Alvarenga dice haber zarpado.
Un reportero mexicano, de la zona Tonalá, contó a la BBC Mundo que hace un año él informó sobre la desaparición de cuatro pescadores que salieron de una región cercana a la Costa Azul de donde el salvadoreño indicó que salió con otro pescador de 15 años.
TIEMPO DE LA TRAVESIA
El embajador Camarena, aseguró que no hay forma de confirmar cómo fue la travesía, ni cuánto duró realmente, pero que los informes y los datos que le dio Alvarenga han sido corroborados y son correctos.
"Confirmamos con las autoridades de Nueva Zelanda y, en efecto, nos dicen que hay corrientes que salen de México y llevan hacia la región de Indonesia, así que desde un punto de vista naútico no es extraño que salen de México y acaben en las Islas Marshall", afirmó.
"No podemos saber si pasó 14 meses o 3 meses en el mar. Pero lo que sí sabemos es que venía de una situación difícil", expresó.
ESTADO DE SALUD
Uno de los datos que causó mayor asombro, fue la afirmación de Alverenga de haber sobrevivido más de un año bebiendo sangre de tortura y atrapando pescado y aves con las manos.
Las imágenes, sin embargo, muestran a un sujeto aparentemente sano, sin signos de demacración o desnutrición.
Según Jonathan Pearlman, un corresponsal británico que habló con Alvarenga en Majuro, capital de las Islas Marshall, este apareció bien alimentado y de buen humor "a pesar de su dura experiencia".
"Excepto cuando intentó describir la pérdida del compañero con quien viajaba, un joven de 15 años llamado Ezekiel que murió a los cuatro meses del trayecto después de rehusarse a comer", señaló.
Para el periodista en el relato del centroamericano "hay varios detalles incompletos y él a veces parece contradecirse".
Para el embajador Camarena, en cambio, Alvarenga se escuchaba exhausto cuando conversó con él.
"Se le notaba en una situación de desgaste, hablaba bajo y con dificultad. Me dicen también que le costaba caminar y que estaba muy inflamado. Le han dado sedantes y desinflamatorios", refirió.
Explicó que las fotos que aparecieron en los medios de comunicación "le fueron tomadas recién bañado, con ropa que le queda grande, pero me informan que cuando lo encontraron estaba en una situación muy precaria".
Precisó que según el reporte médico luego de ser atendido en Majuro, "se le encontró muy débil, en un estado de deshidratación y mentalmente muy afectado".
Comparte esta noticia