La explosión causó un hoyo de dos metros de profundidad y tres de diámetro, según la Agencia Nacional de Noticias libanesa
Al menos 53 personas resultaron este martes heridas por la explosión de un coche bomba en un barrio del sur de Beirut, considerado feudo del grupo chií libanés Hizbulá, informó el ministro de Salud de el Líbano, Ali Jalil.
En declaraciones a los medios locales, Jalil explicó que solo doce de los heridos permanecen hospitalizados y el resto ha sido dado de alta.
El coche estalló en un aparcamiento cerca de un centro islámico del barrio de Bir el Abad, según el canal de televisión Al Manar, próximo a Hizbulá, que mostró imágenes de una densa humareda y equipos de bomberos y ambulancias trasladándose a la zona.
La explosión causó un hoyo de dos metros de profundidad y tres de diámetro, según la Agencia Nacional de Noticias libanesa (ANN).
El Ejército confirmó en un comunicado el estallido de un coche bomba y aseguró que ha cerrado la zona y ha comenzado las investigaciones sobre lo ocurrido.
Las autoridades pidieron a los ciudadanos que se alejen del área donde tuvo lugar la explosión, que causó también el incendio de vehículos y daños materiales.
El presidente libanés, Michel Suleiman, condenó en un comunicado el atentado, que "recuerda las páginas negras que vivieron los libaneses", e instó al diálogo y al respeto de la seguridad de los ciudadanos "al margen de sus orientaciones políticas".
Por su parte, el primer ministro saliente, Nayib Mikati, criticó los supuestos planes destinados a crear disturbios en el Líbano y pidió a los libaneses que alcancen un acuerdo para sacar al país de la crisis.
El ministro saliente de Interior, Maruan Charbel, visitó el lugar del atentado, que calificó de "acto criminal", y fue atacado allí por un grupo de personas, que fueron dispersadas con disparos al aire, según medios locales, que informaron de un herido en ese suceso.
La situación de seguridad en el Líbano se ha deteriorado desde el estallido del conflicto sirio en marzo de 2011, con distintos ataques en la frontera y enfrentamientos entre partidarios y detractores del presidente sirio, Bachar al Asad, en distintas partes del país.
EFE
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