Beatriz Merino, mujer vinculada a la creación, se muestra para Letras en el tiempo como una mujer que se diferencia entre lo que hace y lo que es.
En una amena entrevista para Letras en el tiempo, la Dra. Beatriz Merino se descubrió como es y marcó la diferencia entre su vida pública y la privada. “En la vida moderna solo apreciamos lo que los medios de comunicación muestran, pero detrás de esa persona hay una historia personal que tiene que ver con sus sueños, su relación con el arte o los libros que leyó”, manifiesta.
La conocemos por su amplio historial como senadora de la República, Defensora del Pueblo y mujer luchadora en todos los ámbitos, pero pocos saben de su afición por la música, el arte y la buena lectura.
Rockera, fan declarada de Tina Turner, la admira por su historia personal, pues la considera una mujer que llegó a la fama tras cargar una vida marcada por la violencia y los golpes de un marido abusador.
Artistas como Cher, Lady Gaga o Celia Cruz figuran también en su amplia lista de preferencias musicales. “Si uno las pone en perspectiva, parecieran mujeres que comparten biografías hechas por sí mismas por las condiciones que tuvieron que enfrentar”.
Toda esa pasión por el rock empezó desde muy joven, cuando se fue a estudiar a Londres, en ese entonces capital de la música moderna, y famosos como los Rolling Stones, los Beatles, Led Zepellin o Pink Floyd, se disputaban los conciertos.
Tiene una cultura musical desconcertante, pues a ello se suma su gusto por la música clásica, sobre todo cuando maneja por las calles de Lima; la música criolla al mediodía, o su búsqueda de rock andino cada vez que sale a alguna provincia del interior del país. “Qué aburrido sería ser solo política o abogado. Podemos tener diferencias sociales, diferencias de dinero, diferencia de conocimientos, pero la música nos une a todos… no solo la música, sino el arte”, comenta entusiasmada.
Y así como Beatriz Merino tiene ídolos musicales, también tiene héroes o heroínas literarias. “‘La Odisea’, de Homero, marcó mi vida, un libro que lo leí en sus versiones infantiles, muy niña”. Ese largo retorno de Ulises a Ítaca es casi como su vida personal, de luchar por querer volver siempre al Perú sorteando una serie de obstáculos.
Desde que se fuera a estudiar al extranjero, siendo muy joven, le ofrecieron innumerables trabajos en Inglaterra, Estados Unidos o Bélgica, y las decisiones que tuvo que tomar fueron precisamente con regresar. “Cuando leí ese libro por primera vez, entendí que eso era lo que tenía que hacer: sortear todas esas gigantescas dificultades para llegar a donde tenía que llegar”; y agrega, “Yo creo que eso es la vida”.
Otros libros como “La vuelta al mundo en 80 días”, de Julio Verne, “El extranjero”, de Albert Camus; y “Puerta cerrada”, de Jean Paul Sartre, son lecturas que influyeron en su vida y en sus decisiones.
Beatriz Merino tiene un borrador hecho de sus memorias, y que por ahora no piensa publicar, quizás por timidez. Sin embargo, adora la poesía, pues así como la música, es el lenguaje perfecto. Su poema favorito es “Ítaca”, de Konstantino Kavafis, y que se animó a leer un extracto de él en el programa.
“Lo más lindo de la vida no es el final, es todo el proceso de vivirla. Estoy encantada con la vida que tengo ahora, estoy encantada con la que he vivido, estoy encantada con la que me queda por vivir”, concluyó.
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Textos y producción del programa: Amelia Villanueva Ramirez
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San Isidro
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