Lo mejor de la 84 edición del motorshow de Ginebra

La 84 edición del Salón del Automóvil de Ginebra ha desvelado la mayor parte de las armas comerciales de la industria del automóvil para este año con un centenar y medio de novedades y con la mirada puesta en la competición, un signo más de que la crisis está siendo superada.

El catálogo de nuevos productos se ha ido desgranando en las últimas semanas. Se han visto cosas nuevas es en los pequeños espacios reservados a los diseñadores y carroceros exclusivos, con deportivos de formas exageras que pertenecen a un reducidísimo mercado de alta capacidad adquisitiva.

Notorios en la noche de Volkswagen fueron el concepto VisionC de Skoda, que avanza nuevos códigos de diseño para la marca checa, el Volkswagen T-ROC, un SUV derivado del formato Golf con el que la marca tantea la opinión de periodistas y visitantes para llevarlo a la producción en Serie.

En la zona estridente, Bugatti ha presentado una nueva edición del Veyron, en carbono marrón, del que sólo se fabricarán 3 unidades, ya vendidas, y Lamborghini el deportivo con el que hará su gran volumen de ventas, el Huracán, que como es tradición en la marca toma el hombre de un toro, en esta ocasión un indultado que vivió en tierras de Alicante en el siglo XIX.

De regreso al mercado de gran volumen, los protagonistas han sido los pequeños, con el Twingo de Renault compartido con el nuevo Smart de Daimler y la saga conjunta de Toyota y Psa Peugeot Citroen conocida como Audo, C1 y 108.

Citroen es doblemente protagonista en este Salón, con el Cactus fabricado en Madrid, con una buena previsión para la factoría, y el anuncio de que la hasta ahora línea distintiva DS pasará a constituirse en una nueva marca independiente.

A los compactos europeos les ha salido en este Ginebra un competidor al que tendrán que vigilar. Se trata de un chino firmado por la nueva marca Qoros, cuyo primer modelo, el Qoro3 Sedan, ya se consideró en 2013 el coche más seguro de entre los autos medios.

EFE