La actriz peruana, que da vida a Marcela, asegura que el director del filme la comprende ´de pies a cabeza: si no, no hubiera podido aceptar el guión´, expresa.
La actriz peruana Magaly Solier, que da vida a Marcela, la protagonista de "Amador", la última película de Fernando León de Aranoa, asegura que la comprende "de pies a cabeza: si no, no hubiera podido aceptar el guión", afirma tajante en una entrevista con Efe.
"Yo también he sido inmigrante, pero en Perú, emigré de la sierra a la ciudad y me sentí como Marcela durante casi un año. No tuve que tomar esas decisiones que toma ella, pero sí otras, como dejar a mis padres en Huanta (en Ayacucho, en la sierra peruana), aunque llorando, pero hay que vivir -asegura- y aprovechar cada momento que se presente".
"Amador" es, realidad, la historia de esta joven inmigrante que consigue trabajar cuidando a un anciano postrado en la cama, con el que establece una relación muy especial, sin apenas palabras.
Para preparar el papel de Marcela, Solier, que hoy se encuentra en Madrid promocionando la cinta que se estrena el próximo viernes en cines de toda España, habló con muchas chicas que se encuentran en esa misma situación.
Esta joven de 24 años, que también es cantante, actúa por pura intuición, no se ha preparado en ninguna escuela ni ha estudiado en ninguna universidad y, sin embargo, la interpretación le fluye como la risa, sin pensarlo.
León de Aranoa quedó hechizado por Magaly Solier en "La teta asustada" (2008), la cinta de Claudia Llosa nominada a los Óscar y que obtuvo el Oso de Oro en la Berlinale: "Me parecía un portento de expresividad", ha dicho el director a Efe.
"Es una actriz muy intuitiva, elegante, con una vis cómica increíble que viene del propio estupor con el que maneja la situación; eso sí -puntualiza el director-, con una sutilidad que, para mi, es muy expresiva pero muy contenida, lo dice todo con la mirada".
"La soledad de este personaje es difícil de explicar -añade la actriz-; hay que ver la película para entender su grado de necesidad, porque ella comunica su desesperación con la mirada, con su caminar, con movimientos bien sutiles: tú sabes por qué está así, pero ni su pareja ni Amador lo saben. Es desconfiada", concluye.
Solier también defiende el humor sutil de los encuentros entre Marcela y Amador y la relación casi esperpéntica con Puri, la amiga prostituta del anciano, quien acaba siendo su confidente: "Es que son dos mujeres solas y se necesitan", explica Magaly.
Define al director como "un hombre valiente, con mucho coraje y mucha paciencia" y elige, de su filmografía, "Los lunes al sol", aunque afirma que todas sus películas hablan de lo mismo: "De la necesidad que lleva a las personas a tomar decisiones".
"Cuando escribí el guión -apunta León de Aranoa- quería que el espectador estuviera interesado sobre todo por lo que le pasa a ella, que le importara si esta muchacha sale o no del lío en el que se ha metido, y cómo va hacerlo".
"Siempre ha habido gente pasándolo mal, y pensar que esto pasa ahora porque estamos en crisis me parece hasta egoísta; hay gente para quien las cosas están mal ahora, y hace diez años, y hace quince", reflexiona el director, que defiende su punto de vista: la película habla "de la vida a pesar de todo, de la vida probando que no siempre la muerte es capaz de detenerla".
Magaly Solier quiere seguir su carrera interpretativa "si me llegan -dice- guiones como el de Fernando, con un mensaje positivo", y también piensa en sacar otro disco -el primero se llama "Warmi", (mujer en quechua)-.
Ha estado viviendo cuatro meses en Madrid -"nunca me había separado tanto tiempo de mi hermana, de mis amigos, de mi madre, que es el motor de mi vida"-, y ahora le gustaría quedarse.
"Ya quisiera, me encanta Madrid", añade mostrando los hoyuelos de sus mejillas al explicar que estudió su guión pegada a las flores del Jardín Botánico: "Amo las plantas".
-EFE-
"Yo también he sido inmigrante, pero en Perú, emigré de la sierra a la ciudad y me sentí como Marcela durante casi un año. No tuve que tomar esas decisiones que toma ella, pero sí otras, como dejar a mis padres en Huanta (en Ayacucho, en la sierra peruana), aunque llorando, pero hay que vivir -asegura- y aprovechar cada momento que se presente".
"Amador" es, realidad, la historia de esta joven inmigrante que consigue trabajar cuidando a un anciano postrado en la cama, con el que establece una relación muy especial, sin apenas palabras.
Para preparar el papel de Marcela, Solier, que hoy se encuentra en Madrid promocionando la cinta que se estrena el próximo viernes en cines de toda España, habló con muchas chicas que se encuentran en esa misma situación.
Esta joven de 24 años, que también es cantante, actúa por pura intuición, no se ha preparado en ninguna escuela ni ha estudiado en ninguna universidad y, sin embargo, la interpretación le fluye como la risa, sin pensarlo.
León de Aranoa quedó hechizado por Magaly Solier en "La teta asustada" (2008), la cinta de Claudia Llosa nominada a los Óscar y que obtuvo el Oso de Oro en la Berlinale: "Me parecía un portento de expresividad", ha dicho el director a Efe.
"Es una actriz muy intuitiva, elegante, con una vis cómica increíble que viene del propio estupor con el que maneja la situación; eso sí -puntualiza el director-, con una sutilidad que, para mi, es muy expresiva pero muy contenida, lo dice todo con la mirada".
"La soledad de este personaje es difícil de explicar -añade la actriz-; hay que ver la película para entender su grado de necesidad, porque ella comunica su desesperación con la mirada, con su caminar, con movimientos bien sutiles: tú sabes por qué está así, pero ni su pareja ni Amador lo saben. Es desconfiada", concluye.
Solier también defiende el humor sutil de los encuentros entre Marcela y Amador y la relación casi esperpéntica con Puri, la amiga prostituta del anciano, quien acaba siendo su confidente: "Es que son dos mujeres solas y se necesitan", explica Magaly.
Define al director como "un hombre valiente, con mucho coraje y mucha paciencia" y elige, de su filmografía, "Los lunes al sol", aunque afirma que todas sus películas hablan de lo mismo: "De la necesidad que lleva a las personas a tomar decisiones".
"Cuando escribí el guión -apunta León de Aranoa- quería que el espectador estuviera interesado sobre todo por lo que le pasa a ella, que le importara si esta muchacha sale o no del lío en el que se ha metido, y cómo va hacerlo".
"Siempre ha habido gente pasándolo mal, y pensar que esto pasa ahora porque estamos en crisis me parece hasta egoísta; hay gente para quien las cosas están mal ahora, y hace diez años, y hace quince", reflexiona el director, que defiende su punto de vista: la película habla "de la vida a pesar de todo, de la vida probando que no siempre la muerte es capaz de detenerla".
Magaly Solier quiere seguir su carrera interpretativa "si me llegan -dice- guiones como el de Fernando, con un mensaje positivo", y también piensa en sacar otro disco -el primero se llama "Warmi", (mujer en quechua)-.
Ha estado viviendo cuatro meses en Madrid -"nunca me había separado tanto tiempo de mi hermana, de mis amigos, de mi madre, que es el motor de mi vida"-, y ahora le gustaría quedarse.
"Ya quisiera, me encanta Madrid", añade mostrando los hoyuelos de sus mejillas al explicar que estudió su guión pegada a las flores del Jardín Botánico: "Amo las plantas".
-EFE-
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