´El grito´, uno de los iconos más reconocibles de la historia del arte, se convirtió en la obra más cara vendida jamás en una subasta.
La pintura "El grito", de Edvard Munch, se encuentra en manos del magnate estadounidense de la prensa y de las finanzas Leon Black, quien pagó los 119,9 millones de dólares, unos 91 millones de euros, por los que fue subastada la obra, informa "The Wall Street Journal".
Este diario cita a numerosas personas próximas al millonario hombre de negocios y coleccionista de arte como las que habrían desvelado el misterio sobre quien compró la obra subastada el pasado 2 de mayo en la sede de Sotheby"s en Nueva York.
Black, de 61 años, es miembro del consejo del MoMA de Nueva York y posee una colección de arte que incluye maestros clásicos e impresionistas.
"El grito", de Edvard Munch (1863-1944), uno de los iconos más reconocibles de la historia del arte, se convirtió en mayo en la obra más cara vendida jamás en una subasta.
El director de la venta, Simón Shaw, declaró entonces a Efe que el cuadro del pintor noruego "es una de las pocas imágenes que trascienden la historia del arte y que tienen un alcance global, quizás solo por detrás de La Mona Lisa", y consideró que "define la modernidad y es instantáneamente reconocible".
Fue poco antes de las 20.00 hora local (00.00 GMT) cuando la sala de Sotheby"s quedó en completo silencio para dar inicio a la puja por "El grito", en la que empezaron a intervenir siete compradores en un intercambio de cifras de vértigo que terminó reducida a una batalla entre dos personas anónimas a través del teléfono.
Doce minutos más tarde, la obra fue adjudicada a un precio de martillo de 117 millones de dólares (96 millones de dólares), una cifra que con las correspondientes comisiones quedó finalmente en 119,9 millones de dólares (unos 91 millones de euros), superando así el récord de 106,5 millones de dólares (unos 87 millones de euros) que ostentaba desde 2010 la obra de Picasso "Desnudo, hojas verdes y busto".
Se trata de la única versión de las cuatro existentes que aún estaba en manos privadas. Otras dos versiones de esta pintura fueron robadas en los últimos veinte años y, aunque finalmente se recuperaron y se exhiben ahora en museos noruegos, convierten a la obra en la más robada de la historia del arte.
EFE
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