La actriz deslumbró al llegar a Cannes para asistir a la proyección de su película "The Immigrant", de James Gray.
Con un vestido blanco roto de superposiciones y ausencias, Marion Cotillard ascendió las célebres escaleras rojas del palacio de festivales de Cannes para asistir a la proyección de su película "The Immigrant", de James Gray.
Un corpiño con escote palabra de honor cubrió el modelo de manga larga, mientras la falda presumió de apertura con volante y la espalda respiró al aire libre.
La actriz francesa posó sobre la alfombra roja por segunda vez en esta edición del festival y, al igual que cuando presentó la película de Guillaume Canet, "Bood Ties", destacó entre el resto de asistentes.
El blanco de su vestido sobresalía sobre al negro del esmoquin del equipo de la película, entre los que se encontraba el director James Gray, y el actor Jeremy Renner.
Si a principios de semana se decantaba por un recogido alto, en esta ocasión prefirió soltarse la melena.
EFE
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