No todos los niños tienen que ser un cúmulo de alegría y seguridad. Existen muchas criaturas que desde que nacen se puede ver que disfrutan más de una posición prudente, cuidadosa y reservada frente a su medio, pero son capaces de desarrollarse de una manera feliz.
La clave para esta posibilidad de desarrollo pleno está dada en que los bebes y los niños puedan sentir que están en un mundo con la elementales situaciones de seguridad y amor, que en un primer momento es brindado por los padres, la familia y luego la escuela. Decir esto implica hables de lugares donde el niño es escuchado, amado, contenido y donde los padres mantiene un estado de “admiración y respeto “por su niño, pero jamás llegando al sometimiento.
Cuando estas premisas no se dan el niño empieza asentir que el mundo es hostil, que el mundo es una amenaza y lógicamente encuentra una defensa para protegerse de esto: el aislamiento, la timidez.
Podemos entonces afirmar que la timidez es la respuesta del niño frente a un situación o a un mundo donde de siente amenazado y sin posibilidad de defensa.
Uno puede reconocer esto en hogares donde los padres son tan autoritarios, intransigentes, violentos u hostiles, que en realidad el niño no tiene como aprender a enfrentarse, a defenderse, o levantar la voz por que desde que nació entendió que esa lucha estaba perdida.
Los niños tímidos manifiestan un nivel de autocrítica muy grande y no es otra cosa mas que la incorporación de lo que sus padres y maestros le dicen siempre. Tanto se lo dicen que se lo cree y suelen ser tremendamente exigentes y perfeccionistas y por ello temen al ridículo. La sola idea de ser maltratados bajo cualquier modalidad los paraliza y no les permite relacionarse.
Es importante señalar el papel que acá juegan los maestros y el poder que tiene sobre los niños como ellos surgen como los representantes de los padres, lo cual les da el poder de lastimar profundamente la autoestima de los pequeños. No menos importante es la presencia de hermanos abusadores y maltratadotes que terminan minando el sentido de amor propio y valía del miño.
CONSEJOS A LOS PADRES:
Demuéstrale cada vez que puedas afecto ya sea abrazándolos, besándolos o con palabras de amor.
Reconoce y hazle notar a tu hijo los logros que tiene por pequeños que te parezcan.
Invitar a los amigos de tu hijo a casa y jugar con ellos. Poco a poco se irá dando la interacción en torno a juegos y actividades y podrá ir confiando en este amigo y en él mismo.
Se ha demostrado que las actividades como la pintura, la música o el teatro ayudan a romper los parámetros rígidos y la falta de creatividad que manifiestan los niños tímidos, permitiéndoles conectarse con ellos mismos de una manera constructiva.
Nunca compares a tu hijo con las demás personas y borra de tu vocabulario frases como "siempre lo haces mal", "no seas tonto" o "no puedes".
Trata de entender que es lo que a tu hijo lo hace sentirse pleno y orgullosos de sí mismo y conéctate con esa realidad, acompañándolo y no buscando que sea lo que tú quieres.
Enséñale a defenderse, dale permiso para que se enoje contigo y te lo pueda decir.
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