Los médicos del servicio de Oftalmología realizaron diversos exámenes al joven paciente del distrito de Pozuzo, provincia de Oxapampa.
Una larva de unos tres centímetros de largo y 0,70 de diámetro, alojada en el ojo izquierdo de un paciente proveniente de la región Pasco, fue extraída con éxito por especialistas del Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) del Ministerio de Salud (Minsa).
Los médicos emplearon hojas de albahaca para hacer salir al gusano.
Inmediatamente a su llegada a ese nosocomio, los médicos del servicio de Oftalmología realizaron diversos exámenes al joven paciente del distrito de Pozuzo, provincia de Oxapampa.
La tomografía realizada confirmó las sospechas de los especialistas, al corroborar que existía un cuerpo extraño en esa zona inferior del ojo.
Según los especialistas, el joven sufrió la picadura de un mosquito, en cuyas patas llevaba huevos de mosca. Uno de los huevos ingresó al ojo, formando un enorme gusano. Se supo que la larva era de una mosca de oveja.
“Para evitar un corte en la cara, en una zona delicada del ojo, intentamos sacarla por el ducto de aire que tenía la larva. Entonces se aplicó el principio de que esta larva, como vive en la selva, se alimenta de vegetales y como la albahaca es olorosa, la usamos para hacerla salir”, explicó Carolina Marchena, integrante del equipo médico que intervino al paciente.
“Se observó que cuando se refregaba la albahaca, el gusano asomaba su cabeza y volvía a meterse. Entonces para la intervención, colocamos las hojas de albahaca alrededor del cuello del paciente y también frotamos las hojas para que el olor sea más intenso. Con eso, salió inmediatamente el gusano, pero fue difícil extraerlo porque al principio se escondía y después cuando lo pudimos agarrar con la pinza, era bastante grande y hubo resistencia”, explicó.
El joven paciente tuvo alojada esa larva en su ojo por cerca de un mes, lo cual representaba un peligro para su salud, debido a que podría seguir creciendo y por su cercanía al cerebro, podría originar un absceso cerebral o hasta la muerte, reseñó Marchena.
Al inicio “Jaime” de 16 años, recibió tratamiento antibiótico en el centro de salud de su localidad, al creerse que se trataba de una simple hinchazón del párpado por picadura de insecto. Sin embargo, al pasar las semanas y que ésta no disminuía, fue trasladado al INSN, en el distrito limeño de Breña, primer centro pediátrico del país.
El caso fue diagnosticado como “Dermatobio hominis”, patología poco frecuente, pero con antecedentes de haberse presentado en zonas tropicales en Brasil.
ANDINA
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