"Todo Egipto me ha vendido a pesar de mis logros y todos ahora quieren mi muerte", cuestionó el ex presidente egipcio, condenado a cadena perpetua.
El ex presidente egipcio Hosni Mubarak cree que la Junta Militar lo engañó por no haberle avisado de que sería trasladado a la cárcel tras ser condenado el sábado pasado a cadena perpetua, informa hoy el diario independiente Al Masry al Yom, que cita una fuente de los servicios de seguridad.
Según la fuente, Mubarak le dijo ayer a su mujer, Suzan, cuando fue a visitarlo a la cárcel de Tora, en el sur de El Cairo, que los militares lo engañaron porque no le dijeron que iba a ser trasladado allí desde el Centro Médico Internacional, donde estuvo ingresado durante el juicio.
Suzan, sus dos nueras, Heidi y Jadiga, y el padre de una de ellas visitaron ayer a Mubarak en la prisión de Tora, en medio de estrictas medidas de seguridad.
Cuando Suzan vio a su marido en el hospital de la cárcel rompió a llorar, pese a que intentó controlarse delante de él, indicó la fuente al rotativo.
Durante la visita, que duró tres horas, Mubarak le dijo a Suzan: "He servido a Egipto durante sesenta años y toda la gente me quiere matar, por eso me han traído aquí", apunta Al Masry al Youm.
"Todo Egipto me ha vendido a pesar de mis logros y todos ahora quieren mi muerte", lamentó Mubarak ante su familia.
Mubarak y su esposa charlaron, además, de la vida solitaria de ella, de su seguridad y de cómo pasa el tiempo sin él, agrega el diario, siempre según la narración de la fuente.
La publicación destaca que Mubarak pasó su primera noche en prisión tenso, nervioso e insistió en que lo trasladaran de nuevo al Centro Médico Internacional.
En su segunda noche, el exmandatario se dedicó a insultar al jefe de la Junta Militar, mariscal Husein Tantaui, porque, a su juicio, ha permitido que lo humillaran por ingresar en Tora, señala el diario.
El sábado pasado, un tribunal condenó a Mubarak y al que fuera su ministro del Interior, Habib al Adli, a cadena perpetua por la muerte de manifestantes durante la revolución que acabó con su renuncia en febrero de 2011.
En abril de ese año, Mubarak fue hospitalizado en un centro médico de Sharm el Sheij, después de sufrir un ataque cardíaco. Con el comienzo del juicio, el 3 de agosto pasado, fue ingresado en un hospital de El Cairo.
EFE
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