El presidente uruguayo, pidió en el BM que se desmitifique su figura y no se le compare con el fallecido líder sudafricano Nelson Mandela, encarcelado como él por motivos políticos pero de quien dijo juega ´en otra liga´.
El presidente uruguayo, José Mujica, pidió este miércoles en el Banco Mundial (BM) que se desmitifique su figura y no se le compare con el fallecido líder sudafricano Nelson Mandela, encarcelado como él por motivos políticos pero de quien dijo juega "en otra liga".
"No soy Mandela. Soy el Pepe, un muchacho de barrio. Pedí un juego y me tocó jugar este partido", afirmó Mujica en el marco de su primera visita oficial a Estados Unidos, a donde ha viajado acompañado de varios de sus ministros.
El exguerrillero tupamaro, que pasó 14 años en prisión durante la dictadura que gobernó su país entre 1973 y 1985, participó en un "Diálogo sin Corbata" con el vicepresidente del Banco Mundial para Latinoamérica, Jorge Familiar, que se celebró en un salón abarrotado y frente a una audiencia amiga a la que arrancó sonrisas y aplausos.
"Me tomé un montón de años de cana (cárcel) pero no porque soy un héroe. Me los comí porque me agarraron", afirmó Mujica, que cumplirá 79 años este mes.
"Hay que desmitificar", insistió el presidente, famoso por su carácter campechano.
Sacó a relucir una frase del "Che" Guevara, quien defendía "endurecerse pero sin perder la ternura", al mencionar que una vez en la cárcel "no sé si es perder o no perder la ternura (...) tenés que salir vivo y lo que tuve bien claro es que iba a seguir luchando".
Animó a los más jóvenes de la sala a mantener ese espíritu de lucha: "Derrotados", dijo, "son los que dejan de luchar".
"No me estoy refiriendo a la política. Me estoy refiriendo a todas las trampas que tiene la vida y que se te presentan por cualquier circunstancia. Hay que cuadrar la lágrima y volver a arrancar", añadió.
Residente en una granja (chacra) a las afueras de Montevideo, donde cultiva alimentos y flores que comercializa, se describió como una persona no rencorosa que piensa siempre en el futuro.
"No soy un tipo rencoroso. No es que no tenga memoria pero no vivo para cultivar el pasado. El pasado me sirve para aprender cosas pero siempre estoy soñando cosas para delante", afirmó.
Cuando deje de ser presidente, no se convertirá en "un viejo que sale a dar conferencias" y quiere crear un programa para formar a chicos jóvenes en el cultivo del campo.
No busca cambiar el mundo porque "el mundo da un trabajo bárbaro para cambiarlo", sino expresar "un compromiso con la vida".
"Estar vivo es un milagro", aseguró Mujica, quien cree que la vida se puede construir "pero también destruir", una responsabilidad "de cada uno".
Para vivir "no hay receta", dijo, aunque en su opinión vale la pena "pecar de bueno, no joder a otro y que consideren que sos bobo".
"A la larga vas a tener satisfacciones adentro, porque algún día te tendrás que mirar en el espejo y te tendrás que decir quién soy", aseguró en medio de los aplausos del público en el que ha sido el acto más personal e íntimo de su paso por EE.UU., que concluye mañana con una visita a la Organización de Estados Americanos (OEA).
Mujica se reunió el lunes con el presidente estadounidense Barack Obama. Su visita a Washington incluyó también un discurso en la Cámara de Comercio y una reunión con el jefe de la diplomacia estadounidense, John Kerry, entre otras.
EFE
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