Permitir que las mujeres amamanten en el trabajo es bueno para las madres y para sus niños, y también para los empleadores, afirma la Organización Internacional del Trabajo.
Está claro que para la madre lo mejor es amamantar y para el bebé recibir esa leche materna, por ello la Organización Internacional del Trabajo acentuó que las mujeres puedan amamantar a sus hijos en el lugar de trabajo.
Y es que permitir que las mujeres amamanten en el trabajo a sus hijos es bueno tanto para las madres como para sus bebés, pero también para las empresas o empleadores.
La directora del Departamento de la Protección de los trabajadores de la OIT ha señalado que:
Los empleadores que otorgan a las madres el tiempo para dar el pecho, y destinan un espacio para tal propósito con las condiciones higiénicas adecuadas se benefician en términos de aumento de la productividad debido a una disminución del ausentismo por licencia parental (gracias a la buena salud de los bebés), una tasa más alta de regreso al trabajo y una mejor moral de los empleados.
Muchas madres aún tienen que decidir entre regresar al trabajo y abandonar la lactancia o asumir el riesgo de perder el empleo. De este modo, se constata la disminución de la lactancia materna entre las madres trabajadoras.
Hasta la fecha, 25 países han ratificado el Convenio de la OIT sobre la protección de la maternidad, el cual establece, una pausa al día para la lactancia o una reducción de las horas de trabajo para permitir el amamantamiento.
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