Los observadores de la Liga Árabe llegaron a ese país el pasado 26 de diciembre y desde entonces han continuado los ataques contra la población civil, así como algunos contra la delegación árabe.
El subsecretario general de la ONU para Asuntos Políticos, Lynn Pascoe, informó hoy que en Siria se han producido más de 400 muertos desde el inicio de la misión de la Liga Árabe a ese país, que se suman a los 5.000 contabilizados desde el inicio de la crisis.
Pascoe dio a conocer esa nueva cifra durante su intervención ante el Consejo de Seguridad de la ONU, que celebró una reunión en la que las países occidentales insistieron de nuevo para que el máximo órgano aborde la posibilidad de aprobar una resolución de condena a Siria.
"La ONU ha informado que estima en 400 las personas asesinadas desde la llegada de los observadores de la Liga Árabe a Siria", informó la embajadora de EE.UU. ante el organismo, Susan Rice.
Los observadores de la Liga Árabe llegaron a ese país el pasado 26 de diciembre y desde entonces han continuado los ataques contra la población civil, así como algunos contra la delegación árabe.
El Consejo de Seguridad se reunió hoy en Naciones Unidas para escuchar el informe de Pascoe sobre la situación en Siria, y durante el debate los países occidentales insistieron para que se retomen las conversaciones de cara a la adopción de una resolución de condena a la violencia en el país árabe, a lo que Rusia y China se oponen.
Rusia presentó en diciembre pasado un proyecto de resolución sobre la situación siria, después de que junto a Pekín ejercieran el veto sobre un texto de condena a Damasco presentado por los países de la Unión Europea (UE), pero se resiste a incluir en él las enmiendas que solicitan otros países del Consejo.
Las negociaciones están paralizadas después de que varios miembros del Consejo acusaran a Rusia de retrasar las negociaciones sobre ese texto, considerado por los países occidentales como "insuficiente".
Por su parte, el secretario general de la organización panárabe, Nabil al Arabi, denunció en El Cairo "una campaña maliciosa" contra su misión en Siria y responsabilizó al régimen de Damasco de garantizar la seguridad de los observadores, tras los recientes ataques contra algunos miembros de la delegación.
Al Arabi señaló que estas acciones afectan a la actividad de la delegación y confirmó que algunos de sus miembros han sufrido "actos de violencia por parte de elementos progubernamentales en Latakia, Deir el Zur (este), y de otros elementos de la oposición en otras zonas".
La ONU cifró en diciembre pasado en más de 5.000 las personas que han perdido la vida en Siria desde que a mediados de marzo de 2011 comenzaran las protestas contra el régimen del presidente sirio, Bachar Al Asad, quien acusa a "grupos armados terroristas" de estar detrás de ellas.
Solo en esta jornada, los grupos opositores denunciaron que al menos 23 personas fallecieron en acciones represoras de las fuerzas leales al régimen, la mayoría en Deir el Zur y en Homs (centro).
EFE
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