El casco ya se ha separado de las rocas donde quedó encallado.
Cuando el crucero se encuentre ya en posición vertical se pasará a la fase siguiente con la instalación de 15 nuevos flotadores-estabilizadores, iguales a los ya instalados en la parte izquierda del casco y que gracias a un sistema neumático, que vaciara el agua de forma gradual de su interior, dará el empuje suficiente para reflotar el barco.
La expectativa por la operación ha convocado a más de 500 periodistas procedentes de todo el mundo, para seguir en directo como la mole de 44.600 toneladas de peso, 290 metros de longitud y cerca 70 metros de altura volverá a ser reflotada. La operación será realizará por la sociedad estadounidense Titan Salvage y la italiana Micoperi, ha costado 600 millones de euros a la naviera Costa Cruceros y cerca 500 personas trabajarán para devolver al barco a la posición vertical.
La presidente del Observatorio Medioambiental, Maria Sargentini, también comunicó que no se han apreciado elementos preocupantes durante esta primera fase. Antes de comenzar el refloté había habido algunas dudas sobre el posible impacto medioambiental que tendría esta operación debido a todos los residuos y líquidos que se acumulan aún en su interior y que se verterían al mar.
EFE
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