Opina la gente: Ciudadanos exigen rigurosidad para evitar accidentes de tránsito

La inesperada muerte de Gianfranco Espejo, el joven volante de Sporting Cristal que falleció el sábado pasado en un accidente de tránsito en Tumbes, pone nuevamente el  Código de Tránsito bajo observación.

Gian Franco y su novia abordaron un taxi hacia el aeropuerto de la ciudad , cuando el vehículo chocó frontalmente contra un tráiler sin luces que estaba en el camino. El impacto acabó con la vida de los tres pasajeros.

Con el fin de reducir la constante de accidentes de tránsito que ocurren en el interior del país, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones ha dispuesto, a través de un decreto supremo publicado en el diario El Peruano, el uso obligatorio de las luces bajas vehiculares durante  las 24 horas del día, entre otras modificaciones.

Los ciudadanos opinaron sobre el tema, mientras algunos  confían en que la norma cumplirá con su objetivo y logrará disminuir las cifras de muertes por accidente de tránsito, otros consideran que ejecutar la disposición legal durante el día implicará un gasto innecesario de energía para sus vehículos.

"Toda norma en tema de transportes es positiva y se tiene que respetar, no es posible perder a más seres queridos, por descuidos absurdos como no encerder las luces del auto", indicó el taxista Juan Lópéz.

"Tener las luces prendidas durante el día es lo mismo que nada porque de día se puede ver claramente, el problema es ver de noche, ojalá que la norma se respete sobre todo de noche", opinó el ciudadano Ricardo Soto.

"No basta con modificar la ley, se debe cultivar en los conductores una conciencia de responsabilidad y respeto hacia las personas que viajan por el interior de país, eso es mucho más importante de modificar las normas legales", indicó la ciudadana Delia Pérez.

El Ministerio de Transportes y Comunicaciones ha establecido un plazo de 60 días calendario, que cuentan desde el cuatro de junio, para iniciar con las campañas de difusión que permitirán el cumplimiento de la norma. El público deja la tarea en manos de las autoridades.