Debido a los altos costos de este tipo de tecnología, la iniciativa del Pentágono consiste en ´hurgar´ entre los satélites en desuso que aun circulan en el espacio exterior.
El Departamento de Defensa de EE.UU. tiene proyectado lanzar satélites de comunicación hechos a base de piezas recicladas antes del 2016.
Estos equipos espaciales servirán para todo tipo de tareas, como el envío de mensajes secretos de inteligencia alrededor de todo el mundo.
Debido a los altos costos y el tiempo que se requiere para desarrollar este tipo de tecnología, la iniciativa del Pentágono consiste en "hurgar" entre los satélites en desuso que aun circulan en el espacio exterior, en busca de piezas utilizables para construir con ellas, otros más baratos.
Una vez que cumplen su ciclo los satélites giran libremente hasta que por acción de las leyes de la física caen a la tierra, sin embargo muchas de sus partes siguen siendo utilizables.
El plan del Pentágono es recoger satélites de comunicaciones "muertos" con piezas descompuestas, de un valor aproximado de 300.000 millones de dólares, y utilizar sus piezas de repuesto para construir otros nuevos, al más puro estilo Frankenstein, en el marco de un proyecto llamado Phoenix.
Con este objetivo, la primera semana de octubre, el Departamento de Defensa otorgó un contrato de aproximadamente 40 millones de dólares a una compañía con sede en California llamada NovaWurks. Se prevé que antes de 2016 se realizará una prueba clave, cuando se lance una primera misión de demostración.
La Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (Darpa, por sus siglas en inglés), entidad encargada del proyecto, ha identificado unos 140 satélites en desuso que pueden ser elegidos para su primera prueba.
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