Estos lazarillos son donados por organizaciones internacionales que asumen el costoso entrenamiento. Los perros guía también se jubilan.
A propósito del reciente maltrato a un perro guía por caso de negligencia, se hace conocido que estos dedicados canes llegan a las vidas de dueños invidentes, gracias a organizaciones internacionales que asumen el costoso entrenamiento de estos lazarillos y luego los donan.
El entrenamiento de un perro guía puede costar US$40 mil y existen escuelas caninas especializadas dedicadas a esta labor.
Las personas ciegas o con limitaciones visuales pueden tener una mejor calidad de vida gracias a este apoyo en cuatro patas. Las razas más usuales son los Labradores, los Golden Retrievers, y también los Pastores Alemanes, según informa el sitio thepetsjournal.com.
Los perros guía son animales que deben estar saludables y haber aprobado un test de carácter, pues se espera que sean tranquilos, nada agresivos, sociales y muy inteligentes.
DE LA INSTRUCCIÓN A LA JUBILACIÓN
Cuando un cachorro ya tiene entre ocho a nueve semanas de vida se van con sus familias cuidadoras, es decir, voluntarios que se ofrecen a criarlos en su casa, a socializarlos y a enseñarles a ser perros amables, limpios, equilibrados y obedientes.
Recién entre los catorce o dieciséis meses, se inicia el periodo de instrucción, el cual se prolonga entre tres a diez meses.
Luego, sigue el "refuerzo positivo", donde aprenden a llevar a sus dueños de un lado a otro, detectando pisos en desnivel y evitando que sus amos se puedan hacer daño con las ramas de un árbol u objetos. Son tan profesionales que hasta aprenden a desobedecer si se les dan órdenes peligrosas o equivocadas.
Quizá muchos no sabían, pero estos nobles perros guía se jubilan luego de acompañar a su pareja (la persona invidente) durante 8 a 10 años. Ellos pueden quedarse con su amo como animal de compañía o volver a la casa donde fueron criados.
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