Autoridades alemanas advierten que la iniciativa del partido de ultraderecha Pro-NRW puede provocar una ola violencia en el país.
La convocatoria por parte de un partido de ultraderecha de un concurso de caricaturas para criticar el islam ha dado lugar a una polémica en Alemania por su carácter provocador y la posibilidad de que radicales musulmanes tomen represalias por esa iniciativa.
El ministro alemán de Interior, Hans-Peter Friedrich, consideró irresponsable el concurso convocado por el partido de ultraderecha Pro-NRW y advirtió de una posible ola de violencia como consecuencia de la polémica iniciativa, en unas declaraciones que publica hoy el semanario Der Spiegel.
También Ralf Jäger, ministro de Interior de Renania del Norte-Westfalia, estado federado en el que es activo el partido Pro-NRW, criticó hoy la "provocación" de la minúscula formación que calificó de "piromanía ideológica".
"No quieren mas que provocar y crear inseguridad a los musulmanes. Con la agitación islamofóbica no hacen sino fomentar los prejuicios y la intolerancia con el fin de captar votos", dijo Jäger.
Pro-NRW es un pequeño partido de ultraderecha con representación en algunos ayuntamientos del estado de Renania del Norte-Westfalia como Colonia sumamente crítico con el islam y los inmigrantes procedentes de países con esa religión, que lucha además contra la construcción de mezquitas en este país.
Con motivo de la campaña electoral para los comicios legislativos en su región dentro de dos semanas, seguidores de Pro-NRW expusieron este sábado en las ciudades de Essen y Gelsenkirchen varias caricaturas críticas con el islam, aunque la policía evitó que lo hicieran en las cercanías de alguna mezquita.
Un centenar de militantes de la ultraderecha participaron en las dos acciones, mientras muchos centenares más de manifestantes antifascistas y antirracistas protestaron contra la polémica acción sin que se produjeran enfrentamientos.
Pro-NRW es objeto de observación permanente por los órganos para la defensa de la Constitución alemana, que consideran la pequeña formación un partido radical de extrema derecha.
La policía que controló los actos de Pro-NRW se preocupó de vigilar que las caricaturas mostradas no fuesen ofensivas para el islam, lo que hubiese representado un delito y habría conducido inmediatamente a detenciones, algo que no sucedió.
Las autoridades alemanas temen que provocaciones como las de Pro-NRW conduzcan al descrédito de este país en el mundo musulmán y una crisis como la que sufrió Dinamarca en 2006 por la publicación en un diario de caricaturas críticas con el islam.
EFE
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