Los niños y niñas deben ser conscientes que existen momentos para estudiar y divertirse; para comer, dormir, y otras más. Postergarlas solo puede incrementar su angustia y estrés.
No hay persona que en algún momento de su vida no haya dejado las cosas para hacerlas después, o que sistemáticamente empiece a postergarlas por otras más entretenidas y menos relevantes. Este modelo de conducta es conocido como procrastinación, un trastorno del comportamiento que en mayor o menor medida afecta a las personas.
¿Cómo manejar este comportamiento durante la infancia, sobre todo en la etapa escolar? Los niños y las niñas suelen dejar las tareas para después, si no hay alguien que esté detrás de ellos para recordarles lo que tienen que hacer. No tienen un concepto real de los tiempos y prioridades, en este caso las tareas de la escuela u otras que les hayan asignado sus padres.
Pasan las horas y dan vueltas por la casa, se ponen a jugar, a ver la televisión, y es cuando llega la noche que surgen los problemas al constatarse que no tienen la tarea lista para el día siguiente. Este es quizás uno de los principales dolores de cabeza de los padres a quienes, finalmente, se les ve ayudando a sus hijos soñolientos a estudiar para el examen o terminar sus tareas.
¿Cómo corregir este modelo de conducta? Los niños y niñas deben ser conscientes que existen prioridades y momentos para cada cosa: para estudiar, para jugar y divertirse, para comer, para dormir, y otras más. Saber que no cumplirlas puede tener consecuencias como reprobar el año escolar, obtener bajas calificaciones y estar siempre presionado por los tiempos.
Sin una debida orientación y reglas claras desde un inicio, puede perjudicar al estudiante y en su vida futura, pues siempre estará aplazando los compromisos adquiridos como estudiar para los exámenes, entregar sus tareas a tiempo, no llegar a las reuniones, incumplir con sus trabajos u otras personas.
A su vez, esto puede perjudicar a su salud psicológica y generarle estrés, angustia y depresión. Al verse acorralados en el término de los plazos, empezarán a hacerlo “bajo presión”, se amanecerán, renegarán, y hasta dirán “¿por qué estoy en esto?”.
Para la siguiente vez se prometerán hacerlo a tiempo, se fijarán un cronograma, pero llegado el momento aparecerán, “por arte de magia”, elementos distractores que atraerán su atención y así una y otra vez seguirán cayendo en un círculo vicioso.
En la infancia es fundamental inculcar en los niños y niñas la importancia de la responsabilidad y las satisfacciones que eso puede conllevar, lo que no implica que se vuelvan obsesivos y perfeccionistas. La recompensa será que una vez terminado lo pendiente podrán jugar, divertirse, salir o dormir tranquilos.
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Si quiere que su niño o niña participe con su testimonio en "El porqué de los niños y de las niñas" puede llamarnos al (01) 215-0200, anexo 2434 de lunes a viernes de 3:00 a 5:00 de la tarde. También escribirnos a confidencias@gruporpp.com.pe y dejarnos su teléfono para contactarles.
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Producción y redacción de textos: Amelia Villanueva Ramirez
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