Cientos de curiosos congregados a las puertas del palacio respondieron con aplausos y silbidos a la noticia que, como marca la tradición, se hizo pública mediante un caballete.
El Reino Unido vivió este lunes un día histórico con la llegada al mundo del tercer heredero al trono, el primer hijo de los duques de Cambridge, que fue recibido con un estallido de júbilo a las puertas del londinense palacio de Buckingham.
Fue en esta residencia de la reina Isabel II donde se colocó, detrás de la verja que da a la calle, el parte médico oficial que confirma el nacimiento del bebé, un varón de 3,8 kilos de peso que fue alumbrado a las 15.24 GMT en el hospital Saint Mary"s del centro de Londres.
Cientos de curiosos congregados a las puertas del palacio respondieron con aplausos y silbidos a la noticia, que, como marca la tradición, se hizo pública mediante un caballete en el que figura la nota firmada por el equipo médico de Catalina, encabezado por el ginecólogo Marcus Setchell.
Tanto la madre como el pequeño, cuyo nombre aún se desconoce, se encuentran bien y pasarán la noche en el hospital, según ha indicado el palacio de Kensington, su residencia oficial.
A las puertas de ese hospital se congregaban desde hace dos semanas cientos de periodistas de todo el mundo que hoy mostraron también su alegría y respiraron aliviados con la llegada al mundo del llamado "bebé real", que ha nacido en el día más caluroso del año en el Reino Unido.
Contra el pronóstico de las casas de apuestas, el primogénito de Guillermo y Catalina ha sido un varón, el sexo que, según la prensa, prefería la duquesa, mientras que su esposo se decantaba por una niña.
En cuanto al nombre del recién nacido, las apuestas se decantan por los clásicos y en particular por Jorge, patrón de Inglaterra y el que también tenía el padre de la reina, Jorge VI.
El primer hijo de Guillermo y Catalina llega en un momento de máxima popularidad de la familia real británica, convertida en uno de los principales atractivos del país tras la celebración este año del aniversario de la coronación de Isabel, que siguió a su Jubileo de Diamantes en 2012 y a la boda de los duques de Cambridge en 2011.
La llegada al mundo del tercer heredero al trono se conmemorará con salvas de cañón, mientras que se esperan las primeras visitas a los felices padres y el anuncio, en un futuro no muy lejano, del nombre del futuro rey.
EFE
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