Pedro Acuña, padre de Jeremy, solicitó la detención inmediata de los policías implicados en la balacera que acabó con la vida de su hija.
En el cementerio Campo Fe de Huachipa, fueron sepultados esta tarde los restos de Jeremy Acuña Vega, la joven de 19 años que murió ayer en extrañas circunstancias aparentemente asesinada por agentes de la Comisaría de Salamanca.
Tras despedir a su hija, Pedro Acuña solicitó la inmediata detención de los policías que al parecer dispararon contra el vehículo en que viajaba Jeremy con su primo Gianfranco Obregón, impactando un proyectil a la altura de su corazón.
“Yo quiero que los metan presos y que sean culpables”, dijo mortificado el padre de la joven, quien ahora descansa eternamente en el pabellón San Patricio del cementerio ubicado en el distrito de Lurigancho.
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