Los devotos oraron el Padre Nuestro o el Ave María hacia los manifestantes, que retrucaron gritándoles "tú que eres bendito, también eres explotado".
El grito "esta es la juventud del papa" de los peregrinos asistentes al Vía Crucis oficiado anoche por Francisco en la playa de Copacabana se confundió con las consignas en contra del gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, entonadas por manifestantes en una protesta pacífica.
Algunos centenares de personas participaron en una protesta cercana al área del paseo marítimo donde se congregó más de un millón de personas a escuchar al papa Francisco, que llegó a Brasil el pasado lunes.
El grupo, acompañado por la policía, logró llegar hasta la playa poco después de que terminara el acto religioso y que el papa se retirara del lugar, según constató un periodista de Efe.
"Si Dios es brasileño el diablo es carioca", decía un cartel, en referencia a Cabral, blanco de la mayoría de las consignas y a quien le acusaron de "corrupción" y de ser "un pecador".
El momento más tenso de la protesta se produjo cuando los manifestantes trataron de acceder a la zona posterior del escenario central, donde se encuentran los camerinos de los actores que participaron en el Vía Crucis y el área reservada a las autoridades.
Los soldados de la Fuerza Nacional frenaron a los manifestantes, formando un cordón y sin el uso de violencia, y estos se retiraron a otra zona de la playa, donde decenas de miles de fieles acudían a los conciertos posteriores al acto religioso.
Algunos peregrinos abuchearon a los manifestantes y criticaron carteles que hacían referencias religiosas. "Me llamo Jesús y vengo aquí para decirle que Dios no existe", decía uno de ellos.
Otros devotos oraron el Padre Nuestro o el Ave María hacia los manifestantes, que retrucaron gritándoles "tú que eres bendito, también eres explotado".
Al comienzo de la manifestación, los voluntarios de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) hicieron un cordón que separaba a los manifestantes y a los peregrinos, pero después se mezclaron en la playa.
"El gobierno brasileño no debería haber financiado con recursos públicos la venida del papa", se quejó a Efe Julio César de Andrade, uno de los manifestantes.
En la protesta participaron algunos jóvenes con máscaras y pañuelos en el rostro, usados en otras movilizaciones en las últimas semanas por personas que realizaron saqueos y actos vandálicos, aunque hoy no se registraron acciones violentas.
Durante el acto el papa dijo que con la cruz Jesús se une a los muchos jóvenes que han perdido su confianza en las instituciones políticas "porque ven egoísmo y corrupción".
Brasil ha vivido una ola de protestas desde junio, inicialmente por el alza del valor del transporte, que después incluyeron demandas como mejores servicios de educación y salud, y el combate contra la corrupción.
EFE
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