Lima es la segunda ciudad más grande del mundo ubicada en un desierto, por lo que el agua es un recurso escaso.
Después de El Cairo, en Egipto, Lima es la segunda ciudad más grande del mundo ubicada en un desierto. Llueve solo 9 milímetros al año y la escasez de agua es uno de las principales condicionantes ambientales que ha detenido el crecimiento de la ciudad.
Martin Beaumont, director programático de la fundación Avina, sostiene que el mal manejo de los recursos hídricos, junto al calentamiento global y el crecimiento de la población son factores que afectan la cantidad de agua en el mundo.
Ante esta coyuntura, es necesario generar una conciencia ahorradora, pues si no cambiamos nuestros hábitos de consumo puede ser que dentro de algunos años afrontemos una seria escasez del líquido elemento.
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