Tras su declaración a titular de 50 Juzgado Penal, Alejandro Trujillo asegura que no conocía a Eva Bracamonte y que mató a empresaria en un momento de desesperación al tratar de apaciguarla.
Alejandro Trujillo Ospina, el confeso asesino de Myriam Fefer, declaró a la justicia peruana y aseguró que no era su intención acabar con la vida de la empresaria de origen judío ya que solo quería entrar a robar a su domicilio.
En su presentación el pasado jueves 27 de enero ante una jueza del 50 Juzgado Penal, el sicario colombiano recluido en Piedras Gordas, sostuvo que “se le fue de las manos” la situación al momento de apaciguar a Fefer debido a que esta se puso a gritar.
“Fue un accidente, fue un momento de desesperación. Ese día consumí marihuana. Ella (Myriam Fefer) se lanzó contra mí. No recuerdo como estaba vestida, no me agarre a reparar como estaba ella cuando se desmayó”, fueron sus declaraciones ante una serie de preguntas efectuadas por la jueza, documento que hizo público ‘Panorama’.
En otro momento, Trujillo asegura no haber conocido a Eva Bracamonte ni a Liliana Castro, ni mucho menos a Ariel Bracamonte.
Sobre la llamada al celular de Eva desde el teléfono móvil de la víctima, indicó no saber absolutamente nada.
“A mí nadie me pagó para matar a alguien. Entré a la casa para robar, no sabía a quien iba a encontrar en la casa. Yo me dirigí a esa casa para llevarme unas cosas de valor y en un momento dado la señora se puso a gritar y yo tuve que controlarla y se me fue las manos. Yo salí de la casa con un computador, el dinero estaba encima de la mesa eran casi 7 mil dólares”, dijo.
“Entré por la parte alta de la casa que está detrás de la misma a través de un camino, salté la reja y caí a un jardín e intenté buscar por donde entrar e ingrese por medio de una ventana a un baño y luego a la habitación”, indicó.
Finalmente, Trujillo Ospina negó haber mantenido contacto por teléfono o Internet con Eva Bracamonte o su defensa.
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