¿Por qué la Federación Peruana de Fútbol reconoce a Julio Pacheco como presidente de Universitario y a la junta directiva por él presidida como válida? Por una razón elemental. Existe un mandato judicial, emanado desde Lurín y fechado en setiembre último que ordena inscribir a Pacheco y su lista en los registros públicos.
Ese documento judicial no lo impugnó nadie, no lo objeto ninguna persona o entidad. Incluso Jaime León, de la directiva anterior, entregó el club a la nueva directiva. Más todavía, los documentos que se presentaron al juzgado de Lurín, para inscribir a Pacheco, los sustento el propio Eduardo Guinea.
Estamos en noviembre y de los 14 miembros de esa directiva, 8 han sido suspendidos y algunos se encuentran en proceso de expulsión. El procedimiento de la FPF es el mismo que se aplicó en pleitos pasados, por ejemplo entre Franco y Claux por el control de Alianza Lima.
Para que las cosas cambien se necesita un mandato judicial que revoque a Pacheco y ordene inscribir a otra junta directiva. ¡Que se necesita para ello? Básicamente que se convoque a una asamblea de socios la cual convoque a nuevas elecciones y, digamos, establezca una verdadera junta transitoria.
Pero al presente ninguno de los dos bandos, ni el oficialismo ni la nueva oposición, se atreven a convocar una asamblea de socios, por el justificado temor de que dicha asamblea termine revolándole el mandato a todos. Por eso ni la facción Pacheco ni la facción Guinea (antes asociados) se atreve a convocar una asamblea de Socios.
¿Significa esto que los socios de la “U” están perdidos y no queda más que esperar el remate de los logos? No. Un juez puede convocar una asamblea de socios, siempre y cuando se lo pida la masa crítica de socios que indican los estatutos.
¿Existen todavía los socios cremas o se han dejado arrastrar por la vorágine de la inconducta? Pronto lo sabremos.
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