Una estrategia novedosa le ha permitido a Suecia incrementar sus seguidores de 8.000 a más de 25.000 en un mes. ´Tuiteros´ pueden expresarse con libertad, pero sin caer en los insultos.
Marca país. Desde diciembre, el país nórdico se ha venido promoviendo en Twitter mediante la entrega de su cuenta oficial @sweden a un ciudadano medio cada semana.
Entre los que han usado dicha cuenta figuran un ministro cristiano, un pastor de ovejas y un bloguero de un barrio de inmigrantes. Cada uno proyecta su propia imagen de la sociedad sueca.
Esta semana, la cuenta es controlada por Hanna Fange.
Maria Ziv, director de marketing de la agencia de relaciones públicas Visita Suecia, dijo que la idea era dar a la cuenta nacional de una voz más genuina y presentar una imagen diferente de Suecia.
"Cada comentario debe ser una pequeña pieza en el rompecabezas sobre lo que es Suecia", sostuvo.
La medida ha sido bien recibida en línea y la cuenta ha aumentado su número de seguidores de 8000 en diciembre último a más de 25.000, informó la página web IBM Live.
Los autores son libres de expresar sus pensamientos sobre la sociedad sueca tras firmar un contrato que prohíbe comentarios racistas, ataques personales, publicidad u otros que afecten a la seguridad nacional, explicó Ziv.
Visitar Suecia no hace una revisión de los "tweets" para censurarlos, sino que exige que las opiniones políticas personales deben ser etiquetadas con "mi propia opinión". Y los anfitriones no han evitado los temas polémicos o difíciles de la percepción popular de Suecia.
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