De momento, los técnicos de la central nuclear no han registrado cambios significativos en los índices de radiación.
La operadora de la accidentada central de Fukushima, TEPCO, detectó hoy "una nube de vapor" procedente del edificio del reactor 3 de la central, aunque no ha registrado cambios significativos en los índices de radiación.
Según Tokyo Electric Power (TEPCO), uno de sus trabajadores detectó a primera hora de la mañana a través de una cámara de seguridad el vapor proveniente del quinto piso del edificio que alberga el reactor 3, gravemente dañado por una explosión de hidrógeno y la fusión parcial de su núcleo tras el paso del devastador tsunami de 2011.
A pesar de detectar el vapor, cuyo impacto se desconoce por el momento, los técnicos de la eléctrica han confirmado que tanto el proceso de inyección de agua para refrigerar el reactor como la piscina de combustible de la unidad continúan estables.
Además, la temperatura de la vasija de contención se mantuvo en los 38 grados centígrados desde ayer, con lo que no se ha detectado ningún tipo de alteración, detalló la operadora en un comunicado.
"Mantendremos la vigilancia", afirmó TEPCO, que considera que el vapor puede haberse producido por la caída de lluvia, copiosa durante la víspera, sobre una piscina adicional instalada cerca de la zona en la que se ha observado el vaho.
Según TEPCO, la alta radiación que se registra en el edificio del reactor 3 de la central desde el accidente, el peor desde Chernóbil en 1986, les impide aproximarse para verificar el estado de la unidad, en la que trabajan generalmente con maquinaria a control remoto.
Actualmente, cerca de 3.500 empleados trabajan en la central para desmantelarla y dar por concluida la crisis nuclear, en un proceso que se estima se prolongará durante al menos 40 años.
Tras llevar los reactores a parada fría, la prioridad es la de iniciar a finales de este año la retirada del combustible usado en la piscina del reactor número 4 de la planta, como paso previo a la retirada de sus barras.
Mientras, el principal problema al que se enfrentan en estos momentos los operadores es la ingente cantidad de agua contaminada que se amontona en los sótanos de las unidades y que se incrementa por la filtración de agua subterránea.
EFE
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