Se ha preguntado alguna vez ¿Qué pasa con las pilas que tiramos a la basura?. Las pilas liberan toxinas que generan graves consecuencias para la salud.
Las pilas que usas en diversos artefactos de tu casa, en su mayoría compuestas de óxido de mercurio, son altamente tóxicas porque posee 30% de mercurio, una sustancia que en contacto con las personas puede afectar el sistema nervioso central, provocando parálisis, problemas visuales o auditivos.
En el caso de las pilas de botón que usamos para relojes o cámaras fotográficas, entre otros, poseen níquel, cadmio, carbón y zinc que no tienen proceso de biodegradación, este último es un componente altamente tóxico para la salud y tiene un mecanismo de bioacumulación es decir, si es arrojado al campo va a penetrar al suelo incluso hasta llegar a las aguas subterráneas que muchas poblaciones van a consumir.
Estudios de la Unión Europea señalan que una pila, que contiene 30% de mercurio, puede finalmente contaminar 3000 litros de agua.
“Cuando dejamos la pila en casa después de su ciclo de vida, vamos a ver que emana una sustancia y pareciera que se sulfata, esa sustancia es muy peligrosa en contacto con las personas debido a los componentes químicos antes mencionados. Es por eso que debemos disponerla separada de la basura doméstica y no dejar por ejemplo que los niños se las lleven a la boca o jueguen con pilas en desuso”, señaló Ana Luz Ramirez, especialista en residuos electrónicos.
La experta recomienda que lo más práctico es colocar las pilas usadas en botellas de plástico con tapa hasta llevarlos a centros de acopio de pilas. Lo que nunca debe hacerse es desecharla junto con la basura doméstica.
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