Vargas Llosa afirmó que con la condena a Leopoldo López, se pone de manifiesto el "atropello constante de los derechos humanos en Venezuela".
El escritor Mario Vargas Llosa, premio Nobel de Literatura en 2010, calificó este jueves de "absurda, disparatada y sin justificación" la condena al opositor venezolano Leopoldo López.
En una rueda de prensa previa a recibir el doctorado "Honoris Causa" por la Universidad de Salamanca (noroeste de España), Vargas Llosa criticó esta condena y añadió que con ella "el Gobierno de Venezuela se ha quitado la careta".
"Esta condena se esperaba dado el régimen que gobierna Venezuela, que es una dictadura y que en América Latina se caracteriza por la desaparición de la libertad de prensa y por la nacionalización de televisiones o radios para tener un control absoluto de lo que se piensa en el país", agregó.
Leopoldo López fue condenado a "13 años, 9 meses, 7 días y 12 horas de prisión", la mayor pena para los delitos de instigación pública, asociación para delinquir, daños a la propiedad e incendio de los que se le culpó por los hechos violentos al final de una marcha convocada el 12 de febrero de 2014.
Ante ello, Vargas Llosa explicó que con esta sentencia se pone de manifiesto el "atropello constante de los derechos humanos en Venezuela".
Y criticó a los "gobiernos democráticos de América Latina", por su postura "de neutralidad" ante un régimen que "es una simple y pura vergüenza".
Vargas Llosa también se refirió al "auténtico drama" de la situación de los refugiados, y apostó por una "solución en los países de origen" en vez de "incrementar la cifra de personas a acoger en un país".
El escritor llamó a occidente "a ayudar a los países de África o de Oriente Medio para salir del infierno en el que se encuentran millones de millones de personas".
"La inmigración o la situación de los refugiados en Europa es el verdadero drama de nuestro tiempo, en el que millones de millones de personas que viven en miseria, explotación o violencia tratan de salir de esa situación, resultante del extremismo religioso", agregó.
Y, ante ello, según Vargas Llosa, los países occidentales "están obligados a echarles una mano", una solución que pasa por "los países de origen" de esos inmigrantes, "en lugar de incrementar las cuotas de refugiados a recibir en países europeos".
Con esta ayuda, se facilitaría "la llegada de la democracia en esos países" o la entrada "de oportunidades para el desarrollo y de inversiones".
EFE
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