Informe médico revela que el acusado de asesinato presentaba laceraciones, lo que podría reforzar su versión de que actuó en defensa propia.
George Zimmerman, el vigilante voluntario acusado de homicidio por la muerte de un adolescente negro desarmado en EE.UU., presentaba cortes en la cabeza y tenía la nariz rota tras el incidente con el menor, según un informe médico divulgado hoy por ABC News.
El examen médico de Zimmerman, que fue realizado el día siguiente al incidente fatal en que el vigilante mató a Trayvon Martin, de 17 años, indica que el primero presentaba laceraciones en la nuca, los ojos morados y fractura de nariz, lo que podría reforzar su versión de que actuó en defensa propia.
Zimmerman, de 28 años, está acusado de asesinato en segundo grado por la muerte el 26 de febrero pasado de Martin en Sanford (Florida) y espera en libertad bajo fianza su juicio, mientras la Fiscalía estudia acusar al vigilante de delitos con agravante de odio racial.
Según el informe médico de tres páginas al que tuvo acceso el canal ABC News, Zimmerman también presentaba golpes en un labio, en la mejilla y dolores en la zona lumbar y se quejaba de náuseas y estrés, aunque rechazó ir a un hospital y no siguió ningún tipo de cuidado durante la convalecencia.
Con anterioridad al incidente, según el informe, a Zimmerman se le había prescrito Adderall y Temazepan, medicamentos que pueden ocasionar efectos secundarios tales como agitación y cambios de estado de humor, aunque en menos de un 10 % de los pacientes.
Este informe médico forma parte de las pruebas que están ya en poder del abogado de Zimmerman, Mark O"Mara, cuya defensa se basa en que su cliente fue atacado por Martin, algo que hasta el momento no se ha podido comprobar ya que no hay testigos, y se vio obligado a disparar al adolescente en defensa propia.
La defensa trata de eliminar las sospechas de que Zimmerman fue quien desató el incidente y actuó movido por prejuicios raciales, algo que desde un principio se instaló entre la opinión pública y que lo ha convertido en un caso muy sensible.
El martes la Unión de Libertades Civiles (ACLU) de Florida salió en defensa de la libertad de expresión de Brian Beckmann, el capitán de bomberos del condado de Miami-Dade que fue degradado por sus comentarios sobre la muerte de Martin.
Beckmann escribió en su cuenta de Facebook que es a los padres "fracasados e ignorantes" a quienes hay que culpar de la muerte del joven.
Inicialmente, Zimmerman no fue detenido ni acusado de delito alguno porque alegó haber actuado en defensa propia, pero su permanencia en libertad generó una ola de protestas en EE.UU. que sólo se atenuó cuando un mes y medio después la Fiscalía presentó cargos y fue detenido.
Posteriormente fue dejado libre bajo una fianza de 150.000 dólares a la espera de que se fije la fecha del inicio del juicio.
Según el canal local Orlando WFTV, la fiscal Angela Corey estudia ahora acusarlo de homicidio movido por odio racial, lo que podría conllevar incluso la pena de muerte.
EFE
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