Vera Lucia Cabreira dijo que no se separó de su marido ni un segundo y aseguró que Niemeyer estuvo lúcido hasta la mañana de ayer.
La viuda del arquitecto Óscar Niemeyer, Vera Lucia Cabreira, dijo hoy que la muerte de su marido supone haber perdido a la persona que más "le gustaba en el mundo" y reconoció que la recuperación le va a resultar "difícil".
"Perdí a la persona que más me gustaba en el mundo. Perdí a un amigo, lo perdí todo, va a ser difícil", dijo la que fue esposa de Niemeyer en sus últimos años de vida a las puertas del Hospital Samaritano de Río de Janeiro, donde el arquitecto falleció anoche.
En unas declaraciones a la prensa, Cabreira explicó que no se separó de su marido ni un segundo y dijo que Niemeyer, quien estuvo lúcido hasta la mañana de ayer, quería que continuaran informándole del avance de sus proyectos.
Visiblemente afectada, Cabreira explicó que un día antes de fallecer, Niemeyer pidió beber café y comer pastel, una suerte de empanadilla rellena, típica de la gastronomía brasileña.
Casada con Niemeyer en 2006, tras una vida entera trabajando como su secretaria, Cabreira dijo que intentará hacer realidad los últimos deseos del arquitecto, entre los que destacó un libro sobre arte.
Niemeyer estuvo casado durante 75 años con Anita Baldo, con quien tuvo una hija, Ana María, fallecida en junio pasado a la edad de 82 años.
Su primera esposa murió en octubre de 2004 y dos años después, a la edad de 98 años, Niemeyer se casó con Cabreira.
Una de sus nietas, Ana Lucia Niemeyer, dijo que su abuelo fue un símbolo tanto por su obra arquitectónica como por su defensa de la democracia y la justicia social.
"Está claro que es un ícono. Más allá de la arquitectura está el trabajo que hizo en favor de la democracia y de la justicia social. Creo que eso es tan importante como la obra arquitectónica", dijo su nieta, quien explicó que hasta la semana pasada la familia confiaba en su recuperación.
La vida del arquitecto era su trabajo, "sólo pensaba en eso", precisó Ana Lucia Niemeyer, quien añadió que la fundación Óscar Niemeyer intentará mantener vivo el espíritu y la ideología de su abuelo.
El arquitecto, quien llevaba 33 días de hospitalización y estaba sometido a hemodiálisis, falleció anoche a causa de una infección respiratoria.
EFE
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