El incendio es un fuego fuera de control y puede iniciarse de manera instantánea o gradual. Dependiendo de su magnitud, los incendios pueden provocar la pérdida de vidas humanas, daños materiales, interrupción de servicios y, principalmente, la afectación al ambiente, entre otros.
Las causas más comunes de los incendios son los cortocircuitos y las fugas de gas, seguidas de los accidentes o quemaduras por descuidos con aparatos electrodomésticos como las planchas.
También se provocan incendios por dejar encendidas veladoras, por almacenar combustibles como gasolina cerca de fuentes de calor o donde hay flamas; y, por supuesto, por arrojar cerillos encendidos o colillas de cigarro prendidas a los botes de basura. No olvides que las fogatas y los cohetes también son peligrosos.
Ten en cuenta las indicaciones expuestas en esta infografía porque prevenir es mejor y más senciloo que tener que solucionar o recuperar las pérdidas.
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