Es para muchos la pelea más anticipada de Wrestlemania 32 y tiene el potencial de cambiar para siempre la historia de la WWE y de la lucha libre.
Este domingo, Wrestlemania 32 verá una lucha entre Undertaker y Shane McMahon que cambiaría radicalmente el futuro de la WWE en varios sentidos.
El combate verá el retorno oficial de Shane McMahon, el 'hijo pródigo de la empresa, a un ring de la compañía de la que se siente heredero. Pero además, las estipulaciones impuestas al combate hacen que este pueda ser la última pelea del 'Hombre Muerto' y que de lograr la victoria, 'Shane O'Mac' pase a ser el principal dueño de la WWE. ¿Qué significa esto para el futuro de la lucha libre? Lo analizamos.
1. Shane adentro, Stephanie y Triple H afuera
Shane se convirtió en el miembro de su familia más popular entre los fanáticos de la 'Attitude Era' gracias a su etapa como luchador. En esta, no dudaba en romper mesas, hacer saltos suicidas y poner su cuerpo en peligro con tal de dar un buen espectáculo. Pero cuando se acabó la 'Attitud Era' (2003), Shane dejó de aparecer en pantalla. La compañía ya no tenía las luchas violentas a las que era tan aficionado y en 2010, el 'Millonario Suicida' se fue de la empresa ese mismo año para iniciar sus propios negocios.
Pero los rumores apuntaban a otro motivo: no estaba de acuerdo con el poder que Vince le había dado a su hermana Stephanie y su esposo Triple H como nuevas autoridades, rol que tienen hasta ahora. El principal motivo del retorno de Shane pasa por ahí: recuperar su papel como heredero de la empresa en lugar de su hermano y su cuñado, salvar a al empresa de los bajos ratings que viene obteniendo y llevarla a una nueva era gloria, una nueva 'Attitude Era'.
Así peleaba Shane McMahon en la 'Era Attitude'
2. ¿Vuelve la Attitude Era?
Con esto, el regreso de Shane McMahon podría significar el retorno o una nueva versión de la 'Attitude Era' a la WWE, la época más popular de la historia de la lucha libre. Para ello, debe vencer a The Undertaker y reclamar su trono como máxima autoridad de la empresa, desplazando no solo a su padre Vince, sino a los criticados Stephanie McMahon y Triple H.
Si lo logra y toma el mando de la empresa, se espera una nueva dirección: luchas más arriesgadas, un contenido que apunte más a los adolescentes y adultos y no tanto a los niños, peleas más innovadoras al estilo NXT, el impulso de los luchadores más habilidosos y la reducción del aspecto "novelesco" en las historias entre luchadores. Todo se resume a una lucha de poderes entre Vince y Shane McMahon y la visión que cada uno tiene para el futuro de la WWE. Shane quiere un cambio, mientras que Vince (aliados a Triple H y Stephani) representan la continuidad del modelo.
3. ¿El adiós del Undertaker?
Pero no todo será alegría. Tal como anunció el propio Vince McMahon (con quien no tiene la mejor relación), si pierde ante Shane, Undertaker sería despedido de la empresa. Esta sería la excusa perfecta para que el veterano gladiador de 51 años se retire. Si la posibilidad de ver una nueva 'Attitude Era' no te parece tan importante como para llamarla 'revolucionaria', seguramente que el adiós del Undertaker sí marcará un antes y después en la historia de la empresa.
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