Vince McMahon regresó a WWE con una sola finalidad: vender la empresa antes de negociar los acuerdos de televisión. Actualmente hay varios posibles compradores.
En las últimas semanas, WWE se ha convertido en el centro de la noticia no por sus grandes luchas o superestrellas, sino por un acto que se veía impensable por el desarrollo de los acontecimientos de los últimos años: quien lo lideró y masificó por décadas, Vince McMahon, estaba de regreso con el fin de vender la empresa.
Tras ser separado por escándalos sexuales, el patriarca de la familia McMahon forzó su regreso como accionista mayoritario de la empresa para buscar posibles compradores a la compañía más grande de lucha libre en el mundo. Si él no regresaba a la junta directiva, no iba a aprobar ninguna negociación televisiva de cara al 2024 (él posee el mayor de todos los votos).
La venta de WWE y sus compradores
El caso fue tomando fuerza y el medio CNBC señaló que WWE “contrató a JPMorgan para ayudar a la compañía a asesorar sobre una posible venta”.
De producirse esta transacción, se llevaría a cabo en los próximos 3 a 6 meses. Primero se hablará con todos los compradores potenciales antes de tomar una decisión sobre los acuerdos de renovación de derechos de TV.
Pero ¿quiénes pueden comprar realmente la empresa? El mismo portal mencionó a las alternativas interesadas en este negocio.
Amazon, Disney, Netflix y Warner Bros. Discovery
Estas compañías poseen servicios de suscripción por streaming al que el catálogo de lucha libre y su enorme biblioteca de eventos pasados podría beneficiar para atraer más clientes. La parte “tranquilizadora” del tema es que McMahon ha asegurado que la dirección creativa se mantendrá como actualmente se lleva, por lo que no debería haber cambio de planes en las historias a largo plazo.
COMCAST y FOX
COMCAST es propietaria de NBC-Universal, que a su vez es propietaria de USA Network, el hogar de RAW durante mucho tiempo. Se cree que el acuerdo más reciente de NBC con la WWE implica el pago de 265 millones de dólares al año para transmitir el programa de tres horas. USA Network también transmite NXT. Además, WWE Network ahora es parte de Peacock, que es de propiedad de NBC, en Estados Unidos.
Por otro lado, el contrato de cinco años de 205 millones al año de Fox Corporation por los derechos para transmitir SmackDown finaliza a fines de 2023. Ambas empresas pueden optar por comprar la compañía para mantener la programación semanal en sus televisoras sin necesidades de acuerdos extras.
CAA (Agencia de Artistas Creativos), Endeavor Group Holdings, Liberty Media y el Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudita
Estas empresas son inversoras con fines muy diversos a los anteriores. La mayoría busca monetizar de mejor forma los acuerdos de patrocinio. De las cuatro, la que mejores posibilidades tiene es la saudí, ya que WWE realiza eventos únicos para el país dos veces al año por 100 millones de dólares. La compra total podría tener a la empresa a su merced.
Oportunidades para otras empresas
Tal como comenta Wrestlelamia, “si una de las empresas antes mencionadas compra la WWE por completo, podría ayudar a la industria de la lucha libre en general”.
“Si se compra WWE, eso podría crear una vacante de contenido para sus socios de televisión existentes. Por ejemplo, si NBC y/o FOX pierden sus acuerdos de derechos televisivos, pueden considerar trabajar con AEW, incluso si se percibe como un distante segundo lugar después de WWE”, refiere el medio.
Se cree que WWE actualmente vale entre 4 a 6.5 mil millones de dólares.
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