El famoso luchador derrotó sin complicaciones a Drew McIntyre y espera seguir mejorando su conexión con el público de WWE.
Roman Reigns derrotó a Drew McIntyre en su primer WrestleMania que no estelariza en años.
En una lucha de personajes powerhouses (super poderosos), el “perrote mayor” hizo prevalecer su legado en la industria y derrotó con una lanza al irlandés en un combate que marca el regreso de Reigns al magno evento tras superar la leucemia.
Con el público a su favor (al menos al inicio de la lucha), Reigns mostró su limitado arsenal al completo superando a un McIntyre que no pudo superar el empuje del samoano.
Lo curioso es que para el final de la lucha, el público neoyorkino se mostró indiferente al resultado, a pesar de tratarse de una victoria importante y significativa para Reigns y contar con el apoyo total de la WWE, evidenciada por las palabras de las distintas mesas de comentaristas.
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